Playa y arena

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SALUDO INICIAL

domingo, 9 de junio de 2013

LA POESÍA DE ANA MARÍA LORENZO (ARTÍCULOS PUBLICADOS EN QMC, BABEL, LETRAS DEL PÁRNASO, LA URRAKA...))

LA POESÍA DE ANA MARÍA LORENZO




LADRILLOS Y CEMENTOS
Ladrillos y cemento, de eso parece que están hechas las ciudades. Más mis ojos las ven como seres vivos, personas. No quiero limitarlas a términos de calzadas, vehículos, piedras, árboles o demás objetos. A medida que me acerco a ellas, veo su propia bruma. Sé si están cubiertas de niebla  densa y gris o brilla el sol en ellas.  Al entrar, oigo sus voces, me están hablando. Me cuentan de sus historias, de cómo fueron y cómo son en este momento.  Memoria que corre por sus calles como afluentes o venas; dicen mucho o nada. Ciudades con pálpitos y corazones que unas veces se cargan de alegrías y festejos, y otras,  de gentileza fría.
Las miro con el pensamiento, la imaginación y fantasía;  por el camino que lleva al poeta  o a través de los recuerdos, alma de la materia.
La voz del bardo es vaga y descolorida. Malasartes lo escucha en un silencio pensativo- Un avión cruza roncando el cielo a la par que casi toca los rascacielos más altos. Ya no hay pájaros en los nidos de antaño, se ocultan las avecillas en las cornisas y bajo los tejados. Cunas de la libertad, susurra el poeta contemplando la estructura del edificio de oscura fachada y una torre al fondo. Y entre el cemento y el ladrillo duermen personalidades ilustres. Brazos que les acogen para descanso de sus cuerpos. Amor eterno en las losas de las tumbas de los cementerios.
Si el silencio se hiciera dueño, ¿cómo adivinar lo que piensa un fantasma? Pero siempre habrá un campanario que brilla como señal de permanente linterna. ¿Pero,  señal de qué?
A.M.L.



PIEL DE CEMENTO

Sin árboles ni caminos trazados,
sin luz y sin agua.
No frenaron sus proyectos.
Rocosos acantilados
donde el mar traía
la madera que necesitaba
para construir la jaula.
Dormida en profundo sueño,
fue cubriéndola de cemento.
Así convirtiera en puntal secreto,
sujetando el bloque
con sus manos.
Quedó como roca quieta.
Encerrada en la prisión perpetua.
Y al despertar sólo vio el mar de frente,
y soplos etéreos… sobrehumanos.
Sintió como la masa pesada
recubría el cerramiento.
Y la oscuridad se adueño de ella
en la mayor impotencia.
Y aquello que pasara fuera,
seguía creciendo
al ritmo de los movimientos
de las diferentes capas de nivel
de la montaña.
Integrola en el paisaje,
sin afectar su naturaleza.
Con su cuchara de albañil,
mantuvo guerra abierta
contra la línea y ángulos rectos.
Sabiendo que ella entraba
en el sueño de los muertos.
Más no pensaba en ello.
Trataba de dar alma
a una arquitectura suave,
con concepto de horno de pan.
Libertad de hornero,
horneando un pueblo
sobre el cuerpo enterrado
en piel de cemento.





BASTONES 

En aquella pared de orificios llena,
bastones descansaban
dentro de la húmeda piedra.
Poros abiertos como ratoneras,
y a los pies un sendero
de tablas hecho.

Balconadas frágiles
que a los lados amparaban;
puentes colgantes
que cruzaban un mar de cemento.
Caminos que llevaban a logros plenos.

En ciudad desconocida,
de oníricos desvelos,
ruidosa pasaba la tormenta,
y por la paredes de las casas
asomaban crecientes bastones.

Si alas grandes cubrían las tejas,
tejados eran mis pelos.
La ciudad inmensa,
el llano seco…,
en colorines de luces
que amparaban la noche negra.

Bastones en los altos muros,
escondidos en la fría roca.
Troncos enderezados
de un no sé qué árbol talado.

Los saco y los meto,
esperando que la mano ciega
acierte con el que me es dado.
Soporte de dolor y penas.
Prolongación de un quebradizo ego.






La poesía,  las emociones y comportamiento humano
 (1ª Parte)

La emoción es la base misma de la vida humana. Nuestro organismo se orienta automáticamente en busca de situaciones agradables, lo cual conduce a las sensaciones de alegría, bienestar, placer, etc.  A la vez que nuestro organismo intenta eliminar situaciones desagradables que amenazan turbar su equilibrio. La emoción es una reacción del organismo ante una situación perturbadora (agradable o desagradable). Ésta puede repercutir en el conjunto del organismo, pero lo más grave es que puede convertirse en un mecanismo que provoca la enfermedad. Podemos somatizar los conflictos afectivos, las reacciones emotivas intensas y prolongadas, las angustias, los resentimientos, las hostilidades, las represiones del subconsciente, los complejos, etc. Emociones profundas, duraderas y peligrosas.
El hombre puede responde a estas de dos maneras:
a)      Desahogándola (dando golpes, gritando, llorando, atacando…)
b)      “Reconcentrándola” (como sucede con una persona descontenta que no cesa de “reconcentrar” su agresividad y su cólera).
La emoción es una tempestad orgánica.

SATURNAL DE VENGANZA

Años pasaron como cautiva rata.
Señor poderoso y admirado.
Años combatiendo
bajo los pesados fardos,
defendiendo un honor
que no entendieron.

Ahora regreso a un hogar
que no conozco.
Luminaria de lámparas
encendidas en la noche,
donde el amor se esconde
tras la muralla de su mirada.

Ciprés que se levanta
de un carbón encendido.
Se afila las uñas
a la luz de la soberbia.
Trae consigo los despojos
de aquellos gozos miserables.

Y mientras confiado feliz se relaja,
saturnal de venganza;
el filo saja su garganta,
la vida se fue en perfumada agua.




 Todo el mundo sabe que una emoción violenta va acompañada de modificaciones psicológicas y mentales. Los tímidos y coléricos los saben por experiencia. ¿Qué produce la emoción en primer lugar?
1.- Una potencia anormal del influjo nervioso. Todo el organismo se trastorna, incluso el cerebro. La conciencia (corteza cerebral, se perturba, y “no sabe lo que hace”).
2.- Una emoción fuerte (como el miedo o la cólera), provoca entre otras una descarga de adrenalina.
Aquí entra en acción un maravilloso mecanismo observado por Cannon. Si la adrenalina contrae los músculos, ¿no será con el fin de prepararlos para la prueba que les espera, es decir, para la lucha… para la huida?
 En todos estos efectos emotivos el eslabón responsable es el sistema neurovegetativo.
La represión del subconsciente impide a una impresión dolorosa llegar a la conciencia, y por consiguiente a la corteza cerebral. Las represiones del subconsciente suelen ser propias de la hostilidad, la agresividad, la cólera, el odio, los deseos de muerte, etc. Si lo reprimido hace una aparición relámpago en el campo de la conciencia, es inmediatamente rechazado. Todos los sentimientos reprimidos en el subconsciente están fuertemente matizados por emociones penosas. Precisamente se las reprime porque son penosas.
Es evidente que el organismo humano busca lo agradable y prefiere ignorar lo desagradable. Por tanto, la represión del subconsciente opone un “dique” a las emociones penosas.
La vida diaria es una serie de emociones, sensaciones, accesos de cólera, agresividades, huidas, repliegues, represiones en el subconsciente… Ahora bien, ciertos convencionalismos exigen que permanezcamos impasibles ante determinadas situaciones. Por ejemplo, los hombres no deben llorar ni manifestar sus emociones. La virilidad masculina no lo soportaría. Es estúpido, pero es así.


LOS HOMBRES TAMBIÉN LLORAN

Aún recuerdo a ese hombre llorando
cuando escucho ese vacío existencial.
Salió al patio desnudo.
Entró en el garaje.
Cogió la bolsa con ese brillo reticente
de una lágrima evasiva
que no quería caer.

Que los niños mienten,
que las mujeres mienten,
que los amigos mienten,
¡Todos mienten!
Hasta las madres mienten.

En el Universo
se ven los dioses gritar.
Los hombres también lloran.
Si yo supiera llorar
me envidiarían las olas del mar.

Que por un día
nos dejen llorar
y el sonido de las lágrimas
 retumbe en las mejillas
como gotas de cera
ardiente y de  agrisada suerte.

Y la puerta se golpea,
llorando tanto.
Y cascotes caen de las paredes,
llorando tanto.
Y los puños y los labios se muerden,
llorando tanto.

Que un hombre está llorando,
sepultado en su temor.
Pensando levantarse,
echar agua sobre el rostro
y desnudo, desaparecer.

Aún recuerdo a ese hombre llorando,
cuando escucho ese vacío existencial.




EMOCIONES

Me rompe el pecho
la ira que abrasa.
Mi lengua ladra
como perro ignorante,
flemática y descuidada.
En la cueva de mi corazón,
mentes navegan.
Turbaciones vienen y van,
y de esta vida se desvanecen.

  
 (Continuará en el siguiente número de la revista)



La poesía,  las emociones y comportamiento humano

 (2ª Parte)

Bueno, hemos tocado en la edición anterior, un poco el tema de las emociones humanas. Vemos lo variadas que son. No todas están en relación con desordenes internos, ya que también tenemos las ligadas a la alegría, satisfacción… etc. Todo ello nos lleva a ver un comportamiento humano plural.

En primer lugar hay que advertir que el hombre nace mucho menos preparado para la vida que los demás animales.

Es evidente que el hombre, tan mal dotado biológicamente ya hace mucho que hubiera debido desaparecer. Sin embargo, ha sucedido lo contrario: ha dominado la naturaleza, ha sometido a los animales y se ha constituido en señor de ellos. ¿Cómo explicar este hecho? ¿Qué hay en el hombre que, a pesar de sus graves deficiencias biológicas, le permite ser el rey de la creación?

Precisamente porque el hombre nace como un ser indigente e inacabado, más aún, siempre está inacabado, tiene que recurrir continuamente a una praxis de auto - defensas, de autoformación y de autosuperación.

Los animales nacen especializados y por eso determinados por la naturaleza, el hombre se hace así mismo utilizado de modos muy distintos, las realidades naturales.

El hombre tiene una praxis inteligente, es decir, que conoce lo real en cuanto real y puede organizar los medios al fin, de diversas maneras, entre las cuales elige una.

El mundo animal está programado desde su primera célula y cumplirá el destino, inexorablemente guiado por los instintos y las circunstancias. El mundo del hombre nunca está terminado.

La realización del hombre no se desarrolla y se logra por sí misma como en los animales, sino por un esfuerzo continuo de aprendizaje, reflexión y voluntad libre. Experimenta una continua tensión entre lo que es y lo que quiere ser.

Muchos consideran el comportamiento humano algo muy complicado, sin embargo no lo es, puesto que desde sus inicios el ser humano ha demostrado su interés de aprender sobre lo que lo rodea y aprovecharlo para su beneficio y comodidad, si bien el ser humano es curioso, también es creativo, al inventar toda una serie de formas para comunicarse, desde el lenguaje por señas, el escrito, incluso el oral, entre otras muchas más cosas que ayudaron a facilitar la vida del ser humano, así como su supervivencia. Otro aspecto importante sobre la forma de ser de las personas es el hecho de la manera en la que éstas aprenden; siendo esto la imitación, este recurso es muy utilizado por el ser humano desde la antigüedad, evidentes ejemplos de esto es el hecho de que mediante la copia o imitación se aprende a hablar o caminar.

En el comportamiento humano un factor importante es la conciencia ya que nos encontramos literalmente en una carrera con nosotros mismos. Por otra parte para que haya una evolución biológica debe de haber una evolución de conciencia y para que esto suceda tenemos que comprender lo que es nuestra conciencia. Sólo los sucesos más importantes que necesitan nuestra atención entran en la conciencia.

El poema siguiente es una composición de lo que diríamos el comportamiento humano en una cualquiera de las circunstancias por las que se pasa.



PERROS EN LA LLANURA

Un chasquido de puerta.
Unos ojos que miran.
Una nube de polvo
y el coche desaparece

La mochila pesada.
Tengo agujetas en las piernas.
La espalda sudada.
Y veo que el sol se esconde.

Cerró la oscuridad.
Aparecieron las sombras.
Detrás de una arrastrada niebla,
extrañas figuras imaginadas.

Algo confuso y desorientado.
A lo único que aspiro
es encontrar un lugar seguro
en aquel inmenso llano.

No hay Luna.
Cumbres de nubes.
El peligroso acecha.
Mato a una serpiente.

Horas que cortan paisajes.
La suerte está conmigo.
Entre grandes rocas,
encuentro un refugio.

Respiro aliviado,
un tanto agitado.
Me parece un palacio,
un oasis encontrado.

Nunca hubiese pensado
hallar en ese hostil paraje,
a un anciano desgreñado, andrajoso…
de mirada furtiva y no muy amiga.

Los dos nos asombramos
al vernos en la entrada.
Primero una ojeada.
Luego una impresión.

Siento que este encuentro
no augura nada bueno.
Es grande, desharrapado…
Da miedo…

Medio animal y medio hombre.
Parece ser hermano de lobos.
Ojos con venillas de fuego.
Deberé tener cuidado.

Le miro fijamente.
Recuerdo una navaja
que llevo dentro de la bolsa.
Pequeña seguridad incierta.

Observo el bulto del bolsillo
de unos pantalones raídos.
Pienso: Quizá lleve un arma.
Movimientos lentos.

Enciendo un cigarro.
Adopto pose de estar cansado.
Él también saca otro.
Nos espiamos de reojo.

Dejo la mochila en el suelo.
Me siento, repaso mi memoria.
No llevo nada importante.
Puedo correr y escapar.

Doy una intensa calada
y hago roscos con el humo.
Luego tiro la colilla al suelo
y la aplasto con la bota.

Al punto, él hace lo mismo.
Con los dedos
la estruja contra la roca.
Le veo unas uñas negras.

Evitamos mirarnos un rato,
sin dejar de controlarnos.
Al final decido no tentar al diablo.
Me levanto.

Él repite el mismo acto.
Y sin tratar de evitarnos
salimos de la guarida,
al igual que los animales.

Nuevamente buscando el camino.
Sin decir palabra alguna.
Él coge una dirección.
Yo, otra.

Marcho a paso ligero,
quiero poner distancia.
Me viene a la mente
un pensamiento.

Advierto que no somos lobos,
sino mas bien,
dos perros inquietos
que se observan, olfatean y alejan.

Conclusión:
Animales y hombres, parecidos.
Hay que buscar otro cobijo.
Me siento colina sin suelo.







Digamos que a diferencia de los animales, el hombre utiliza una inteligencia  privilegiada que le lleva a utilizar  herramientas que le ayudan a controlar las emociones, como son la siguientes:

Se puede concluir que en sí, el comportamiento humano en su totalidad son las acciones de las personas en el ambiente físico y social en el que se encuentra. 

Fotos particulares.
Bibliografía: - Wikipedia
- Apuntes recogidos sobre un Curso de Enfermedades psicosomáticas y trastornos de personalidad.
-MERCADO M. Osmar J. - VENEZUELA.

CONCIENCIA

Ojos me miran,
me miran mis ojos.
Corazones laten,
en mi propio pecho.
Cascadas de dicha
fluyen en mis venas.
Como fuente de vino amargo
las penas del mundo
son mis congojas.
Olas que pasan,
apenas me rozan.
Mareas del tiempo.
Nonato eterno.
Soy y somos  las sombras
de alargadas vidrieras.
Ser que oculto
como caracola marina
en el revuelo de lo profundo.









EL MIEDO

Han pasado días desde que no he escrito. El fallecimiento de mi madre me dejó colapsada.
La vuelta a la actividad hace que enfoque el interior desde otro lugar. Es momento de hablar de la creatividad, de los miedos, del más allá o acá.
No todo el mundo puede ser escritor, tampoco hay necesidad. Sería terrible si todos fuéramos escritores. ¿Qué comeríamos?,  imagino que sopa de letras. Sin embargo todo el mundo puede ser creativo. Hagas lo que hagas, si lo haces gozosamente y sin ánimo de lucro, entonces eres creativo. Sin darnos cuenta nos volvemos un poco divinos.
Ocurre, a veces, que sentimos miedo al fracaso ante lo que con tanto esfuerzo hemos hecho. Y miedo a muchas otras cosas, que no por ello tienen que estar relacionadas con la creatividad artística, pero sí con las creaciones emocionales que nuestra amada mente nos proporciona.
En realidad, el miedo es sólo un truco de maquillaje. Basta con que seamos conscientes de él. Entonces, el terror deja de tener poder sobre nosotros.  Bárbara Berchan comenta en su libro de cómo superar el miedo, y lo traduce a un rostro terrorífico que nos espanta a primera vista. Sólo cuando lo miramos más detalladamente, nos damos cuenta de que se trata de una máscara. Reconocemos las líneas de maquillaje. Hemos descubierto el truco. El rostro sigue siendo terrorífico, pero ya no nos asusta.
Siempre se ha dicho que el miedo bloquea, paraliza. Frena cualquier proceso de evolución.  Va unido a una imagen de fracaso, pero todo ello, sigue siendo esa obra creativa fruto de nuestra mente.
Imagino que muchas personas de las que leen este artículo, habrán sufrido alguna vez verdadero pánico ante la muerte, ante un fenómeno paranormal. ¿Es también esto creación de la mente? Sin duda, la muerte existe como tal, como hecho natural al que todos llegamos. El acto de morir es también uno de los actos de la vida. ¿Por qué no vivirla con alegría? Festejamos el nacimiento a la eternidad. Pero, casi todos los seres tiemblan ante el peligro, ante la muerte, ante lo que consideran no poder volver a ver a ese ser querido. Si meditamos más profundamente, cuando el hombre tiene eso en cuenta, no mata, ni es la causa de la muerte de otros hombres. Pensemos por un momento que este mundo es una burbuja, flotamos y como en la ilusión de una aparición, entonces el rey de la muerte no ejerce ningún dominio sobre él.

LA MUERTE

“Sentada sola, una noche de verano,
los cabellos largos y blancos.
Ambrosía más allá del ingenio
de un universo constituido
que elimina la decrepitud.
¡Ay, muerte que eres mi vida!
Éter sagrado que flota entre salmos.
Ni la furia de tu frío aliento
acabó tu mundanal labor. 
 La esencia que vimos flotar,
se desvaneció por completo.
¿Cómo puede haber deseado
encontrar la tumba
entre los encalados nichos?"



(autora: Ana M. Lorenzo)


Así mis queridos lectores, pueden apreciar la belleza que aún la muerte encierra, donde no existe la aniquilación y sí la continuación de una nueva vida.
Como bien se dice, no siempre llueve a gusto de todos. Los hay más escépticos donde la figura de la muerte nos la presentan en una noche oscura, eterna, evaporada, destruida. Nada hay.  Yo prefiero pensar en ese más allá. Y aquí nos encontramos con ese  grupo de personas que sufren debido a su sensibilidad, a su especial química orgánica, alucinógena o lo que sea… esa capacidad de vivir situaciones paranormales, que no entienden y a las que temen.
Recorrido que haré con unos cortos poemas que he escrito, de situaciones vividas y transmitidas por  algunas personas reales. Como son muchos, sólo dejaré unos pocos.

ESCRIBIENDO
Una fuerza tomó mi mano.
Comenzó a escribir.
La oscuridad total.
Llegó el día
Y al leer el texto,
vi que no era mío.


LAS MANOS
Sentada en el sofá
contemplaba el televisor.
Unas suaves manos rodeaban mi cintura.
Eran pequeñas y blancas,
suaves… me acariciaban.
Al darme cuenta,
sentí temor.
Desaparecieron de mi vista.
Mi cuerpo temblaba.


EN EL PASILLO
Andaba por el largo pasillo.
La cocina quedaba lejos.
Mi sed era mucha.
Al pronto figura etérea
se interpuso en el camino.
Paralizada quedé
ante esos ojos que miraban.
Y yo cerré los míos
para que la visión se marchara.
Mas como no quisiera irse,
me puse a rezar en silencio.
Cogí fuerzas
y la atravesé al momento.


EN LA VENTANA
Sentada me hallaba
con el teléfono en la mano.
Distraída miraba por la ventana,
entre risas y verborreas,
cuando una mujer de cabello corto,
viera que me observaba.
Cristal que me cuidara,
no dejara que entrara.
Seres de luz bajaron
y se la llevaron.


EL ESPEJO
Bien colocado el abrigo.
Los ojos y labios pintados.
Al reclinarme a coger el bolso,
vi, a través del espejo,
sentado al esposo muerto.
No me miraba.
Sólo su vista se dirigía
al lecho donde dormía.
Imagen transfigurada
de una belleza divina
de aquél que amé en vida.

Una vez se ha experimentado que la vida sigue fuera del cuerpo físico con integridad plena de los sentidos, se puede comprender como ésta prosigue más allá de la muerte. Miles de testimonios lo atestiguan. Pero el que no ha tenido semejante experiencia, no logra concebirlo.  Creo que resulta tan difícil de explicar de un modo convincente, como el hablar a un ciego de nacimiento, de colores. Una vez probado científicamente que la liberación del cuerpo físico es un hecho posible, entonces veremos que existe fundamento para asegurar que la inmortalidad del hombre constituye un hecho probado. Ahora, y ante la cantidad de testimonios que existen, doy por bueno el beneficio de la duda, hecho que nos hace más sabios y abiertos ante lo desconocido.

“El ser humano escucha, más
con oídos sordos.
Ciertamente, oye lo que se le dice,
pero el mensaje, la esencia misma de la palabra,
escapa a su comprensión.”

(Dra Luukanen-Kilde .No existe la muerte)

Y para terminar este breve artículo, sólo darles un pequeño consejo a aquellos que ante lo desconocido, fantasmal o como quieran llamarlo, temen…: Estén tranquilos, observen el fenómeno como un científico observa una célula nueva bajo un microscopio. Verán que no pasa nada. Contémplense así mismos en ese instante: ¿están dormido? ¿de pie? ¿leyendo?...
Esos seres o entes que ven, son formas de energías que podemos controlar. Unas veces, las provocamos nosotros mismos, otras vienen de otro lugar. Pueden preguntar qué quieren o decirles que se vayan. Incluso, si su temor es grande, acudan en busca de ayuda a entes superiores de luz, al mismo Dios (o llámenlo como quieran). Vienen rápidos. Realmente, son eficaces.  No están desprotegidos, no deben temer. Recuerden, su mente es una gran fuente de creación.

Les dejo con un par de poemas… no dan miedo.  La autora.


TRABAJO ETERNO

“Colecciono estrellas,
porque nada tengo.
Colecciono olas
y rocas muertas
que rompen azules
sin parpadear.
Y allá lejos se pierde
la figura del hombre.
Bosque que no tiene risas
Araña que no deja
de tejer con su hilo.”


 EXHUMACIÓN

--Mi sentido pésame.
Ahí enterraron sus restos.
Procedan, pues, abrir la caja
y exhumar sus despojos.--

--¿Por qué profanáis mi sueño
y me devolvéis al insípido mundo?
No me interesa
 que hurguéis en mis huesos.
Ya tuvisteis suficientes condolencias.

De luto estoy yo por esta burla
en la que me veo envuelto.
Mis infiernos eran gloriosos,
más que el aire que me rompe.

Así la última chispa que queda,
será el final de mi existencia.
Tumba helada que dejáis.
Robáis el lecho de mi descanso.

Como frágil hoja me lleva el viento.
¡No encontrareis mi esencia!
Mi paz está en las penumbras.
¡Ignorantes mortales!






HABLANDO, VERSANDO DEL ARTE Y DE LA POESÍA

Para entender la obra de un artista, hay que ser capaz de adentrarse en su mente, en su alma.

Hay muchas obras de arte, pinturas, esculturas, escritos… que los miramos con asombro,  juzgamos y criticamos con una ligereza que no es proporcional a la realidad que se nos está presentando. Hoy deseo hacer un homenaje, a la creatividad del pintor J. MENA. No olvidemos que las Musas juegan no sólo con los poetas, sino con todas las artes. Y la poesía, es el perfecto enlace que las une en armonía.

Hablar del pintor J.MENA, como persona, sólo podemos hacerlo descubriéndolo en su arte. Nacido en La Línea de la Concepción, Andalucía, Sur de España, sus obras tienen un registro amplio. Algunos cuadros son surrealistas (un tanto dalinianos), aunque él me comenta:” Suelo pintar mucho de mis sueños, para mí es un orgullo el que me comparen con el genio Dalí, pero siempre he dicho que Dalí vivió su vida y su mundo, y yo tengo mi mundo y mi vida, no tengo nada de él, pero cada uno ve lo que quiere ver”. En otros se pierde.

La figura humana es predominante en sus cuadros, tratada de manera íntima, muy introspectiva. Es el centro de ellos. Nos hablan de distintos estados anímicos. Destaca el melancolismo en casi todas sus imágenes. Parece como si el espectador las estuviera viendo por una mirilla; como si el subconsciente del artista pusiera un freno a la realidad consciente, y dejara entrever distintos estados anímicos en cada obra. No hay una conexión entre las figuras y el espectador. Parecen estar en su propio mundo.

Yo no puedo considerarme la persona más adecuada para hacer una crítica de su arte. Mi labor como poeta, me ha llevado a conectar con sus cuadros, con ese lenguaje que sólo los artistas conocemos. El del amor a la Belleza en toda su plenitud.

En mi criterio, cabría destacar dos épocas evolutivas en la trayectoria de sus creaciones.

Una primera época donde nos encontramos a un J. MENA que, como he dicho al principio, parece inspirarse y beber de las mismas fuentes de Dalí y maestros del surrealismo, o de su propio mundo onírico. Sus obras son simbólicas. Tienen su ubicación en un espacio y movimiento. (El pirómano, El martirio del maniquí, El sueño de un escultor…)  Siguen siendo íntimos, pero menos que los pertenecientes a su segunda época. El color brillante. El movimiento en el olvido.  Técnica, dibujo… mucho detalle. Como si gozara y se recreara en ellos.  Las figuras siguen manifestándose de una forma melancólica. No hay un estilo definido.
Pero nos encontramos con una segunda época, más madura, más rica donde el dibujo se hace muy marcado, fuerte y caligráfico. En algunos de sus cuadros el tratamiento de la imagen humana pierde la proporción para darle más expresionismo al movimiento y la figura en sí.

Cuadros como Aquelarre, Atletismo de mujer, Soledad… Las mencionadas estampas no se encuentran en un espacio definido, se encuentran como en tránsito, centrándose en el sentimiento interno, acompañando el color a la emoción que experimenta la figura.

La pincelada se ve fuerte, segura (muy expresionista).

He visto alguno de los retratos a mujeres, uno en especial que no tiene título,  es una buena obra donde parece que cobra vida la mujer.

Termino con esta consideración que deseo hacer a este pintor creativo y de paleta muy variada, y la simbiosis que hago de un poema que dedico a J. MENA, inspirado en su cuadro El pirómano.

 J. MENA

EL PIRÓMANO

El amor es ora hogar encendido;
ora fulminante fumarola,
donde arde la pasión 
con versos ligeros, pequeños
cual diminuta cerilla
que rasca y prende el fuego.

Fui mujer y fui sirena;
fui hombre, voraz de la llama.
Herido de arpón en anhelante beso;
con boca de pez y sabor a sal.
Pólvora del mar.

Pirómano alegre,
enciendo con ardiente mirada,
las aguas que rompen en las costas;
abraso los campos con el alma. 
Amo ese color que arrastra,
pinceladas de anaranjado rojizo
que en cuadrículas mi mente plasma.

Y todo es luz fulgurante,
como venida de los infiernos.
Con ella chamusco el poder del poeta.
Cubos de tiempo que 
soplan a los cuatro vientos 
y cenizas volando.

Muérdeme calor,
que ya los besos no funcionan.
Hoy necesito barrerlo todo.
Bailar entre llamas. 
Sentir arder esta piel 
que no amo.






Autor del cuadro: J.Mena
Titulo de la obra: EL Pirómano (óleo sobre lienzo 92 x73 cm.)




Y siguiendo con el sueño de las Musas y Poetas, haré un segundo Homenaje. Hago referencia al  escultor CONSTANTIN BRANCUSI.  De origen rumano, desarrolló su actividad en Francia. Está considerado como uno de los grandes escultores del siglo XX y su obra ha influido profundamente en los nuevos conceptos de la forma en escultura, pintura y diseño industrial. 

Brancusi nació en Pestisani Gorj, en el seno de una numerosa familia campesina. Estudió arte en Craiova y Bucarest, en 1904 viajó a París, donde conoció a Auguste Rodin, y en 1909-1910 trabajó con Amadeo Modigliani.

Según los especialistas: Las primeras obras de Brancusi muestran la influencia de Rodin y de los impresionistas, especialmente con Amadeo Modigliani, con quien mantuvo una profunda amistad. Su obra llamó la atención de Rodin, proponiéndole trabajar en su taller. Brancusi rechazó su oferta, aunque siempre consideró que el escultor francés era el punto de partida de la escultura contemporánea.

A partir de 1908 se percibe una rápida evolución hacia un estilo más personal. Inspirándose en la escultura prehistórica y en la africana, trabajó intentando mostrar al desnudo la naturaleza subyacente de la imagen mediante una simplificación extrema de la forma.  En su obra predominan dos formas simples, el huevo y el cilindro alargado. Un ejemplo del primero es La musa dormida (1906, Museo de Arte, Bucarest), en la que la figura es representada simplemente a través de una estilizada cabeza ovoide. Pájaro en el espacio  (1919, Museo de Arte Moderno, Nueva York, y en muchas de sus otras versiones) es un cilindro largo y estilizado de metal pulido, cuyas líneas recuerdan la curva del ala de un pájaro. En este caso Brancusi sintetizó la forma orgánica hasta el punto de convertirla en algo abstracto en su totalidad, logrando una representación más conceptual que real. Brancusi, también trabajó el metal, la piedra y la madera. Murió en París el 16 de marzo de 1957.

 Al concentrarse en la forma pura, Brancusi liberó a la escultura del realismo del siglo XIX y preparó el terreno para los escultores abstractos del siglo XX. 




BRANCUSI

(Escultor. Obra: Pájaro en el espacio)


De la forma y el canto
incubase el espacio.
Así el pájaro quedó en su esencia.
Rayo de luz en el que se  miraba,
en vertical velocidad
hacia el cielo.

Un silencio de aire dorado,
de brillos cegadores,
pulido que se posaba
en la fría piedra.

Que el maestro así lo quiso,
que fuera flecha acerada
apuntando al universo.
Pájaro del espacio,
mutante consentido.

Tan transparente y fugaz forma
que de primigenio a luz se transforma.
Así sus manos crearon,
ese eco punzante
de la velocidad del ave.







HOMENAJE A GRANDES ARTISTAS


Queridos lectores, como colaboradora de esta revista, hoy he deseado compartir con todos los que me leen, dos, de los varios poemas que escribí en su día como homenaje a dos personas del mundo del arte, cuya sensibilidad se balancea en el aire, ecos que resuenan de los que ya fallecieron; voces que se alzan de los que aquí todavía siguen.

Antes de que lean el primer poema, escribo una pequeña síntesis de la que fuera una navarrica, llegada a Algeciras con una maleta llena de ilusiones. Amiga entrañable y  maravillosa escritora, la solidaria Poeta Julia Guerra.

Cuando me notificaron el fallecimiento de Julia Guerra el 2 de marzo del 2008,  no me lo podía creer. Hacía muy poco que había estado hablando con ella de muchas cosas, personales y otras relacionadas con las vivencias que tenía en esas tierras fronterizas donde vivía.  No puedo negar que su accidente me impactó mucho, como a todos los que la conocimos. ¡Una mujer tan vital!  Ahora, que termino mi libro, me gustaría compartirlo con ella, como ella compartió los suyos conmigo. Hasta me pidió consejo para pasarse a la narrativa. Pero siempre le dije, que lo suyo era la poesía, ahí podía descargar el alma con todo su esplendor.  Ante mi  tengo, una de sus dedicatorias. Veo su letra, y me parece que todavía sigue viva.  Al final me decía que no olvidara nunca que siempre hay otra orilla. Y así es, ella llegó a la suya y yo sigo remando hacia la mía.

Julia Guerra, nació en Pamplona, y tenía 55 años cuando murió. En la introducción que le hace Juan José Téllez Rubio, en su libro “Dos orillas”, del 2003, ya nos comenta cómo llegó a Algeciras con una trayectoria larga de escritos desde 1969.

“Había estremecimiento y estrépito en aquellos versos suyos de mediados de los ochenta: “Te he llamado a gritos de silencio, -escribía-,  en las noches cóncavas del miedo”. Sucedía en las páginas de “Los hijos de la sombra”, el libro de poemas que Julia Guerra publicó en Iruña, allá por mayo de 1986, y que traía bajo el brazo cuando desembarcó en el Campo de Gibraltar, no más amanecidos los 90. A la grupa, traía ya un cumplido equipaje literario, desde que comenzara a publicar en la revista Río Arga, en 1969.”

En las tertulias que manteníamos, Julia mostraba una inquietud constante de buscar su sitio en este mundo. Y lo encontró allá, en tierras andaluzas, donde llegó a producirse una mutación muy profunda y arraigada con esas tierras cercanas a África. Eso no quiere decir, que se olvidara de sus orígenes,  siempre había un halo de cierta añoranza y amor hacia su raíz norteña. Tanto era su afán por unir Norte y Sur, que en 1991, me invitó a ir a Algeciras a participar en unas jornadas activas, donde daría alguna charla. Ella me decía que yo iría de representante del Norte y ella del Sur. ¡Qué cosas! Estaba planificando un encuentro cultural entre ambas tierras. La experiencia fue interesante. Luego, cada una en nuestro espacio, con la labor que vinimos a realizar en esta vida, como todos los seres humanos.

Julia era una luchadora de las causas sociales. Muy identificada con el mal trato de las mujeres, en especial del norte de África por la cercanía en donde residía, así como de todos los lugares. Esa es su mejor definición, independientemente de su calidad humana. Sería largo de escribir todo el sentir que intento manifestar en esta reseña que pongo junto a su foto.  Este breve homenaje, para mí es muy importante, y ella lo sabe, desde esa”Luna congelada suspendida en el tiempo”, que le regalo en mi poema. Yo sé, que desde donde esté,  me mira y seguro que se le escapa una sonrisa… ¡sonreía tanto! 

¡Un brindis por ti, Julia! No te olvidamos.


A LA POETA JULIA GUERRA


Alguna vez he visto dormir tu tristeza,
la garganta seca de una sed salvaje
buscando en el extremo de tu mirada,
tropiezos de amores,
tropiezos de luchas.

Abro las hojas de tus libros.
Leo y oigo tu rebeldía.
Grito de alianza de un Sur y Norte.
Y veo a mujeres dormidas
en suelos como epitafios.

¡Despertad de vuestro sueño!,
¡Libertad quiero dentro del mar,
al nivel de la tierra,
así como en el cielo y en el universo entero!
Que vienen de la otra orilla
remeros luchando por su vida.

Pesado techo que los hombres hicieron
a un pueblo de gruesos vidrios
y silbantes sentencias.
¡Oh  silencio, silencio…
silencio de lágrimas amargas!

Mas aunque la muerte
te acogiera entre sus brazos,
y tus suplicas parecieran acalladas,
 las letras cantaron
tu voz de poeta.

Desnudez de alma.
Reflejo de  humanidad.
Beso que dejaste al mundo,
con tus ideas.
Alcanzaste la otra orilla,
esa a la que todos llegamos.
Y ahora tu grito es más amplio.
Es infinito.
Lo escuchamos en lo alto.
Tu rostro nos contempla
como Luna congelada,
suspendida en  el tiempo.

  



El siguiente poema de 
Homenaje, se lo quiero dedicar a la cantautora, TXARO BERZOSA BEJARANO.  
Posiblemente muy poca gente haya oído de esta Gallega venida a Tudela de Navarra, que con su silla de ruedas ha ido dejando un rastro de belleza con la creación de su particular música y preciosa letra,  por diversas tierras, hasta Cataluña.
Txaro Berzosa, nació en un pequeño pueblo de Galicia llamado Cee, en 1951.
Su voz era extraordinaria, podía haber llegado a la cima de los grandes cantantes, pero en 1985 sufrió un aparatoso  accidente. Tenía 34 años de edad y se encontró con una silla de ruedas, pies que le ayudan a caminar por la vida. No sabemos hasta qué punto de sufrimiento pasó esta valiente mujer. Pero sí, la considero como un ejemplo para muchos discapacitados y capacitados.
Por causas físicas, y problemas con su diafragma, su voz espléndida cambió, a una voz de tono más grave, pero no por ello atractivo, seductor y con un encanto muy personal que subyuga a los que les escuchan.
Una larga trayectoria de luchas en su vida. Lucha por su propia salud, lucha por causas sociales en las que con facilidad se involucra en ayuda de aquello que considera justo. Ese espíritu guerrero, le ha llevado, a pesar de su discapacidad, a enfrentarse en manifestaciones, incluso a lideradlas algunas veces.
Su canto, es un canto de vida, de fuerza, de justicia, de amor… hasta de ternura. Ella y su guitarra son la voz de los desfavorecidos, son el ejemplo para todos nosotros. Su vida sería larga de contar. Ojalá la veamos un día en el pedestal que le corresponde.


GRITOS DE LUCHA

Aventurera del pensamiento.
La voz del intelecto es melodiosa
pero no descansa
hasta que se escucha.

Se hace difícil salir de las retorcidas calles,
avanzar por la plaza
en silla de ruedas
por un empedrado asfalto en cuesta.

Las cortinas se mueven
tras los cristales de los miradores.
Desde las troneras ojos inquisitivos
siguen su paso.

Se oyen suspiros… ¡Sí, es ella!
Vuelve mansa como cordera,
con el chirrido de los radios
y los ejes de esa silla por piernas.

Corcel con el que se acompaña.
El rumor corre como pólvora explotada
y van saliendo vecinos
camino de la glorieta del centro.

Unos hablan de conspiraciones;
otros, de refilón miran.
Algunas ventanas se cierran
y las televisiones preparadas.

Llegó el momento,
irritación insoportable.
La dama de hierro coge la guitarra
y lanza su primer grito al pueblo:

“He sido traicionada por la gente.
No sólo por la prensa, aquí presente,
sino por todo tipo de personas.
Mas seguiré con esta lucha.”

Y dicho eso, 
es su canto, es la cuerda que gime 
es su voz, la que manda. 
Y comienza a hacer sus demandas:
Una justicia social
al Ayuntamiento y al Gobierno.

¡Justicia para los discapacitados
y ancianos que dejaron sin sustento!
¡Justicia por una cultura, sanidad
y la violencia de género!

Pero... ¡vaya, caballo que piensa!
Y cuando piensa su paso se frena
por un alcalde y unos guardias,
que le tiran de la silla.

Solemne, con su instrumento y plato,
se arrastra hasta las partidas escaleras,
como si el destino quisiera
su vida y su alma entera.

Más las cámara y flashes
captan la imagen.
Un pueblo que frena su huida,
y cierra paso a quien mal le hiciera.

Y en la plaza el gentío corre,
vuelven los oídos,
multitud de sonidos
que se convierten en voces.

Así como la Luna está en el cielo.
Así la verdad canta hasta que muera.
Reclamos que hace al de arriba y al de abajo,
para que pongan orden al desorden.



Cantautora: Txaro Berzosa Bejarano



      TRANSFORMANDO LA MIRADA

 Me siento semi-escondida, como si viera todo desde otra dimensión, y es que los poemas que dejo a su lectura,  tienen un objeto: Compartir con todos una apertura hacia otro mundo. Un transformar de la mirada.
Hay muchas formas de ver. Todas son procesadas por nuestras mentes, y desde la poesía donde estoy sumergida, la visión se enriquece con las más pequeñas cosas y las más grandes. Hoy, comentaré sobre la danza.
A casi todos nos gusta bailar. No importa el motivo. Estamos alegres, giramos, saltamos, seguimos el ritmo de la música… pero, ¿qué sucede cuando nuestros cuerpos estan callados pero se abren también a la danza? Surge ante los sorprendidos ojos de los que nos llamamos “válidos”, un cambio de paradigma en la estética del baile. Allí encontramos un rico juego de diferencias de expresión.
Se nos presenta una realidad nueva. Personas con diferentes tipos de lesiones descubren, a su vez, su propia capacidad de creatividad integrada al dinamismo. Un leve gesto de su cuerpo seco, también vibra, las ruedas de sus sillas prolongan sus sentidos en una realidad de movimiento. Y gozan, y los vemos danzar …¡ y es tan bello! ¡Qué enseñanzas nos marcan con sus giros!  Son el arroyo divino que muestra su fuerza en ellos.
Dedico pues, a todos los discapacitados,  estos versos.  La autora.




EL BAILE DE LA ROCA

Sólo con pensar en ti,
me olvido de las cosas corrientes.
Vivo tu rostro en cada flor,
en cada piedra de los senderos,
en las nubes que cruzan el cielo,
en el sueño…

Rompes el sol con los engranajes.
Colgada en trozos de tu árbol me hallo.
Casa de luz que junta la cordura.
Y tu silla de ruedas.

Ya se caen las olas con tus giros.
Henchida garganta de dulzuras,
reverdecidos y exultantes ojos
que hacen olvidar los radios 
que te mueven

Pareces una sonrisa creciente.
Y de un cuerpo rígido
como saco de arena,
te veo danzar por dentro.

Callejón abierto
entre altos paredones grises.
Abiertas tus manos acoges
danzarines pájaros despistados
en rayos verticales de luces.
¡Qué dulces son a veces las palabras
que pueden hacer bailar
hasta una roca!

 POEMA LLEVADO VÍDEO






 ARROYO DE  LUZ

(A los grupos de danza de discapacitados físicos)

Sobre coronas cabalgan
en arroyo de luz.
Fuente transparente.
Dulce fuerza y resplandor.

Austeras miradas os dejan.
Campos de nieblas
a vuestro alrededor.
Ácidos sin comunión.

Mas sois cascadas luminosas,
fulgor matinal de auroras.
Corazones ensanchados
en un vientre de vida.

¡Danzad! ¡Danzad!
Cintas de oro en los giros.
Torrentes círculos sibilinos,
escondida sonrisa de Dios.

¡Ah! ¡Qué claro es el aire!
¡Qué dulce la danza del molinete!
¡Cuánto amor en cada vuelta!
¡Latidos de luz!

Tímidos se aventuran
a ese pasodoble, a ese tango…
Recreo que los ojos no creen.
Y vuelan… flotan con esplendor.

Arroyos de luz acompañan.
Ríos de savia marchan con ellos.
Hoy el cielo bajó a la tierra
con cada baile de sus ruedas.


          


Bailarines del grupo Amimet (Navarra)




POEMAS SUELTOS   


DESDE EL EXILIO

Así tuve que coger la maleta,
exiliarme de esta tierra
que maneja emociones
y decide por nuestra cabeza.

Coartada libertad
de la que nos coronaron los cielos.
Expresión amordazada
u ocultada por imágenes preparadas.

¡Qué extraño vagar por otras nieblas,
continuar luchando
desde otra perspectiva,
buscando oídos que nos escuchen!

 Así en las soledades de otros caminos,
de las piedras y eucaliptos,
no nos ven las necias bocas
ni los árboles se ven entre ellos.

Y cada uno está solo.
Amargo y fructífero exilio.
Manantial de alimento del poeta
que hace de la libertad su escritura.



ESCAPADA

Resucito de mi letargo.
Atisbo este presente cruzado
y asciendo a otros jardines
donde choco con nubarrones grises.

Yo sueño con un vaso humilde
de simple arcilla
que guarde todas las gotas de agua
apaciguadas.

Alzo mis brazos al cielo
para abrazar al viento
tocándolo con los dedos
y en cierto lugar me detengo.

Por un instante,
me alejo como el aire.
Agito mis andrajos,
y siento calor…, y siento frío.

Pareciera que surgiera
de la mancha de una orbe nueva.
Alado de plumas moteadas
que observa desde lo alto.

Dimensión desconocida
de hierbas tumbadas,
de sollozantes crepúsculos,
curvados caminos,
ejércitos de pájaros.

Pregúntame a donde alzo el vuelo.
Si huyo de ti o te busco.
Si exhalo suspiros rotos
o soy Luna muda.





 CONVERSACIONES SOBRE LA SITUACIÓN MUNDIAL


Queridos lectores, en sendos oscuros sillones, junto a la chimenea y una copita de Rioja, sostenía hace unos días, una conversación con un amigo sobre la tan traída, ida y venida, situación mundial.  La verdad, es que una ya se siente un poco cansada de oír tantas informaciones, debates y demás cuchicheos que por los medios nos invaden.  Da la sensación, con tantas voces amargas, de que están cubriendo este mundo de sombras negras.  Energías que circulan a placer, hasta parece como si otro mundo se superpusiera  al nuestro, cruzándonos por la calle, los unos y los otros,  hasta, casi, poder vernos. Les parecerá del todo ridículo, pero es como si el séptimo sello se hubiese abierto y  planos vivientes se mezclaran provocando esta conmoción mundial que vivimos. La bestia, el capital suelto… desatado, echando sus furias sobre los más débiles, a la vez que legiones de diablos en penumbras agitan nuestro interior;  revuelven nuestras vidas, el amargor nos llena, dificultades y miserias… caos… caos…  Ayer, como todos saben, apareció con el “Habemus Papa”, un nuevo dirigente de la Iglesia Católica. No con ello, relego al resto de las religiones, muy al contrario.  Cuando supe más de su vida y de que era jesuita, me vino a la cabeza, sobre estos seguidores de San Ignacio de Loyola  y el hecho de  no ser considerados una congregación, sino “legionarios de Dios”. Pensé, puede que sea acertado,  un Guerrillero de la luz, como  diría Coelho,  en un momento de estructuración del mundo, del comienzo de la nueva Era. Y seguí pensando, en los dirigentes de las otras muchas religiones. ¿Será todos Guerrilleros de Luz?  En un mundo a falta de espiritualidad, esa reserva profunda se haya depositada en estos otros líderes que están esparcidos por el mundo y en la humildad de las personas (no quiero llamarles indios) de las selvas e islas perdidas.  Y con ellos todas las legiones de gentes que todavía están señaladas con esa luz del entendimiento, ayudando en esta lucha.  ¿Estaremos en el final de los tiempos, de las ideas ya obsoletas y entrando en renovadas conciencias?  La Historia, periódicamente nos marca ciclos naturales donde todo se revuelve y desboca. Hasta la propia madre naturaleza.  Es necesario que así ocurra para dar un salto en la evolución de  toda clase de vida.
Bueno, ¿y qué hace la poesía en medio de tales disertaciones?  ¡Ah, la belleza del arte! Nos recuerda continuamente que el mundo no es umbrío; que el genio, el talento que las Musas les confieren, son el padre y la madre de las anarquías con sentido, y de ellas surge la creación.  Y a través de la pintura, escultura, música, danza, escritura…    el recuerdo de que existe un corazón que nos guía. Remembranza, memoria del  amor.
Lectores que leéis estas humildes letras, recordaros quiero algunos de mis versos:

“Aunque Dios duerma.
Soy guardiana de la roca.
Aquella, la de las grietas con musgo
entre el inerme seso abatido.

Yacen los años como maestros.
Las bocas hablan en dorado,
mas el alma en perfiles plateados.
¿Y los oídos? ¿Qué idioma emplean?”

Dejo pues, al pensamiento de cada uno, estas sugerencias que lanzo. Y ahora, para  entretenimiento de algunos, este poema que deseo les guste.  La Autora.


EL CANTO DEL GALLO


En la lomada próxima,

cuesta arriba y empedrada,

veía las tiendas cerradas.

Suspiré fatigosamente,

evocando los días

en los que no eran desechos

a la deriva de la historia.

Eran tiempos de cauces abiertos,

modelados y con orgullo.

Incluso los que al poder se ataban,

debían de recordarlo.



La mente se me había templado.

¡Tantos años de supervivencia!

Si alguna vez existió la inspiración

fue aquella, al oír cantar el gallo.

Sueño con visos de realidad

en un amanecer de cúpula blanca.



Había un vago aroma de incienso consumido;

de hojas, flores y hierbas secas

rastrojos de una noche de luna dormida

en ritual de un pavor resumido.



Y así, imaginé cómo acabar con esta Era.
Bañados con oro transformar en becerros
aquellos que se sentaban en tronos.

Exhibidos con capas de terciopelo
en jaulas de relucientes brillantes;
la mirada de un pueblo maltratado,
era juez asombrado
que la Ley aplica.

Rebozados en sus tesoros,
así colgados de los árboles
con las vistas más hermosas,
la realeza toda ella,
entre ramas prendida.

Alrededor del tronco
de los acogidos a la riqueza,
artistas sacaban sus pinceles
e inmortalizaban cuadros
con luces y sombras,
dorados y plateados…
imagen de un capital destronado.

Galería que se creaba
de tan ilustres del hurto.
Una lira sonaba a su lado.
Musas de poetas y escritores,
cantaban alabanzas
a tan bello sueño.

Y el plumífero gallo,
cantó por segunda vez.
Evaporados los jugosos pensamientos.
Volví a ver el empedrado de la calle,
las tiendas cerradas,
la miseria arrastrada.
Y el amanecer… ¡ah, el amanecer!
¡Seguía tan bello!

Tragué saliva,
pasándome la mano por los ojos.
El dolor es un recordatorio.
“La vida es sueño,
---y evoqué a Calderón ----
y los sueños, sueños son.”
Puede que el aire enviciado,
me hubiera traído fiebres extrañas.

Y por tercera vez,
oí cantar al gallo.
Observé que a lo largo de la calle,
curiosos se apiñaban
al sonido de las campanas.
Alguna eminencia se acercaba
en su pulida limusina.

¡Mi rostro, mi rostro construyó
mi corazón…!
Y le vi salir del coche,
con su estirado traje gris.
¿Temblor por lo que soñamos?
Caminaré, caminaré…
pues sabía que yo era el Poder.

Soltad un pájaro y verlo volar.
Cansado estoy de no tener caricias.
Vestiré mi alma para que nazca.
Irán mis manos hacia las otras.
Reflejaré el rostro que negué,
en el asfaltado de la calle entera.

Paz que veo.
¿Se pueden vivir dos vidas a la vez?
Dualidad que siento.
Conciencia clavada,
ante el lenguaje extraño
del gallo que se quedó en silencio.






BIODIVERSIDAD AMENAZADA


Buenas tardes, queridos lectores. Desde el norte de España les saludo bajo una tupida capa de nubes que nos trae lluvia.  El domingo pasado, subí a un monte en el Valle de Soba (Cantabria). Imaginen la delicia de pasar un día bajo un sol radiante, en plena explosión primaveral. Las vacas pastando;  algún gamo correteaba y se escondía. Recogimos hierbas medicinales. No sé si recuerdan los que están acostumbrados al ladrillo y cemento, de la cantidad de maravillas que la vida nos ofrece a través de la naturaleza viva. Visiones fantásticas de montes que surgieron de otras épocas glaciares, donde el mar lo cubría todo. Cantabria infinita nos muestra una diversidad geológica impresionante. Valles, montes, playas llanas, otras escarpadas, acantilados… amaneceres y anocheceres que te muestran lo pequeña que eres.
Observando tal riqueza de animales y tierras, siento un profundo dolor por los cazadores caprichosos y no por la subsistencia;  por la falta de amor a los animales por parte de muchas personas que incluso disfrutan con sus torturas. Hoy he querido dar un gran homenaje a todos  los animales, esos grandes compañeros, fieles y nobles, que caminan junto al hombre sin volver la vista. 
Dejo una pequeña información extraída de Internet.



Biodiversidad amenazada

Si bien todavía no existe unanimidad entre los expertos sobre cuántas especies pueden existir en la tierra (se habla de entre 5 y 30 millones aunque algunos autores hablan de hasta cien millones) al menos 1,4 millones poseen una denominación específica. Aunque cada año se descubren nuevas especies particularmente en las zonas más remotas del planeta (la pantera nebulosa descubierta por un equipo de WWF es un buen ejemplo), lo cierto es que la velocidad a la que desaparecen es mucho mayor.

Según la UICN cada año se extinguen en el planeta entre 10.000 y 50.000 especies. Tanto es así que los científicos hablan ya de una sexta extinción masiva de especies, la primera que se produciría en la tierra desde la desaparición de los dinosaurios. Las principales causas de este proceso están ligadas a la acción del ser humano: fragmentación y destrucción del hábitat, sobreexplotación de recursos y muerte directa (intencionada o no), introducción de especies invasoras, comercio de especies y cambio climático.

La conservación de las grandes especies de fauna ha sido siempre una gran preocupación para WWF, que en la actualidad trabaja con más de un centenar especies y con proyectos en los cincos continentes. Especies como los grandes simios, los elefantes, el panda, el tigre, las tortugas marinas, los cetáceos o el lince ibérico son prioritarias para nuestra organización. ( http:www.wwf.es/quehacemos/especies/?gclid=Cj )




             
LAS SABIAS PANTERAS
(Poema relato)

Se oyó el cuervo
cantar el canto de muerte
en la punta del tamarisco.
Tres panteras se acercaban
hacia otros tres cuerpos yacentes.
Moribundos, pero vivos.

Se preguntaron qué había pasado.
¿Se mataron entre ellos?
-¿Y ahora?, interrogó la mayor,
¿qué haremos?
¿matarnos las unas a las otras
como los hombres hicieron? –

Olfatearon el aire,
rasparon el suelo,
y contestaron con rugido:
-A nosotras no pueden dañarnos
porque no deseamos nada de ellos.
Si nos lanzamos,  fijo que nos matamos
tan aprisa como caen las nueces
cuando sopla el huracán.-

Y la otra comentó:
-No siento cariño por los humanos,
pero seis en una noche,
no quisiera ver.-
Y las sabias panteras se alejaron.




               
DE LOS NEFASTOS HACERES DEL PETROLERO

(Contra los desastres que provocan los humanos)

Llanura extensa y salobre.
Arenal consumido de mar muerto,
y en la gris lejanía,
el puerto en el que descansa.

Cielo aplomado,
Sol  casi apagado
en un desierto
de corazones enterrados.

Marcha fúnebre que avanza.
Hileras de peces en la arena.
Olor a podrido,
olor a vergüenzas,
olores aceitosos de petrolero.

Quemé incienso,
por esas aguas negras.
Restregué  las rocas con los dedos.
Carne viva y desollada.
Poco dolor era ese
ante el grito de su desgracia.

¡Pasó!
Y allí nosotros oprimidos.
Con el alma llena de amargura.
Pobreza inminente
del agua y de los pescadores.

¡Qué enferma y dolorida
la mar quedaba!
Parecía una pista de hielo bruno,
donde ni las olas tenían fuerza.
Todo oscuro.

Enorme arruga que subyuga.
Final de una matanza.
A la orilla van llegando
pájaros y peces muertos.

¡Es el adiós!
Allá vas bruma austera,
con el bochorno que el hombre lleva.
¡Hondo y tremendo cataclismo!
¡Disgusto de la conciencia!´







HOMENAJE A LOS CAMPESINOS


Hola, mis queridos lectores, espero que todos se encuentren bien y disfruten con las letras de esta maravillosa revista. Hoy estaba pensando qué podía escribir y comunicar a todos aquellos que leen lo que digo.  El cuadro de un buen amigo mío me sugirió la idea, Juan Mena y con la sensibilidad artística y emocional que imprime a todos sus cuadros, me hizo vibrar de una forma dura, tosca y emotiva a la vez, sobre una gran realidad que tenemos a nuestro alrededor. El mundo del campesino, del labriego, del hortelano. Imagino que hay muchas personas que disfrutan haciendo senderismo, subiendo a los montes, contemplando la tierra; esos campos dorados de espigas, esos verdes de los prados labrados. Pero mientras ensalzan su belleza y hacen fotografías, no se acuerdan de aquellos que araron la tierra, de aquellos que bajo el sol, la lluvia, los vientos y hielos… dejaron callos en sus manos y sus huesos quebrados. El cuadro de Juan Mena, habla de esos dedos enmaderados, de los recios trabajos del sudor de la frente del labriego. De la luz y sabiduría que la naturaleza regala a quien la cuida. Pero no olvidemos: con acritud, aspereza, rigor…
Yo como mujer de ciudad, poco más puedo decir de sus vidas. Quizá lo que me imagino en mis poemas. Pero sé que ellos son los que nos alimentan y no los ladrillos que nos envuelven.
He buscado en internet, algo que recordar, que complementar a este pequeño artículo y que fuera lo suficientemente instructivo, para que nuestro pensamiento hacia ese mundo de  los pueblos, aldeas… elevara al lugar que le corresponde a sus habitantes. Desde Wikypedia he sacado la siguiente información:
El campesino es tradicionalmente definido en sociología como el miembro de una comunidad en una sociedad agraria o rural. Cuando un campesino se encuentra aislado en grandes propiedades de su dominio, o maneja su producción con una considerable orientación comercial, se transforma en un "granjero", término aplicable al estudio de la Antigua Grecia en su llamada "Edad Oscura". Solamente hacía falta una voz que expresara con autoridad los sentimientos del campesino; tal vez se halló en la persona de John Wyclif.

El campesino medieval
Durante la Edad Media el sistema feudal dominaba en Inglaterra. La gente, bajo el control de dueños feudales, vivía muy aisladamente en las aldeas y aun en los pueblos. El dueño del feudo exigía que la gente le rindiera gran parte de su labor a cambio de la libertad muy limitada de cultivar sus propios pequeños terrenos. Las humildes chozas de los campesinos estaban en contraste con las enormes casas de piedra y los castillos de los acaudalados terratenientes. Debido a que no tenían instrucción académica, los campesinos vivían en gran ignorancia y estaban llenos de temor y superstición, una situación a la cual contribuyeron en gran medida las frecuentes pestes y el hambre, lo que culminó en la peste negra de 1349. La influencia de l la Iglesia y el monasterio también era muy opresora.

El campesinado en el marxismo

En la teoría marxista, el campesinado es un productor agrario que, al mismo tiempo, trabaja en la tierra y es propietario (o poseedor) de la misma, es decir, tiene la "gestión técnica" de la producción en su parcela o terreno. En los diferentes modos de producción, el campesinado va evolucionando: bajo el esclavismo, siempre está la amenaza de la esclavización; en el feudalismo, es la clase social más numerosa, y paga regularmente una renta al señor feudal o terrateniente, y bajo el capitalismo, sufre la competencia de la industria y el "agribusiness", viéndose cada vez más relegado y migrando a las ciudades.
Ya Lenin había planteado en Rusia la alianza entre obreros y campesinos para iniciar la revolución contra los terratenientes y la alta burguesía. El maoísmo analizó el papel del campesinado en las revoluciones de los países dependientes del imperialismo, y sacó como conclusión que, en aquellos países en los que el campesinado fuera una fuerza numerosa, y por lo tanto, la más pobre y movilizable, era muy importante conseguir su apoyo como fuerza motriz de la revolución, pero sin dejar de plantear que la hegemonía de la revolución democrática, en tránsito al socialismo, debía seguir siendo la clase obrera.



EN LOS CAMPOS

Apoyada en una de las paredes
que encerraban el asiento de la ventana.
 Cepillaba el cabello mientras la vista
se perdía en lejanos campos.

Hacía oídos sordos
a la llamada de los riscos.
Sólo veía el trabajo de los hombres
en los trigales.

Era tiempo de arado,
como arando estaba su pluma
los versos que se antojaban.
Y miraba de soslayo
un sol fresco de mañana.

Ayudaban los bueyes
haciendo surcos en el terreno.
Removiendo los unos  la tierra,
a la vez que su cerebro movía ideas
en los campos de la memoria.

Bajó los escalones de dos en dos
y encontró una cesta olvidada
en el estribo de la puerta.
Rica fruta, pan y queso fresco.
¿Quién dejo aquél regalo?

Podía pensar en el labriego
que cultivaba la parcela colindante.
Cacareos habían hecho las gallinas.
Podía haber dejado una nota.
Mas no eran manos de escritura.

Miró al cielo, nubarrones se avecinaban
como los del dolor teñidos de accidentes.
Y así, metió el cesto en la casa.
Gotas que se escapaban.

Dureza del hombre bajo las inclemencias.
Buen tiempo para el amor
cuando sonríen los cielos.
Aunque el calor abrase,
siempre la buena moza
traerá su cántaro de agua
con el almuerzo bien envuelto
y una caricia para su cara.

Rusticas las letras corren
sobre cuadernos de lentas hojas.
Palabras ociosas con los bochornos,
rugientes como los truenos.
Homenaje que hago al labriego.

¡Ay, campesino que labras
terruños sin zuecos!
De callos tus manos,
los dedos cuadrados
cual acartonados maderos.
La frente tostada y seca…

Pero tus ojos… ¡Ah, esos ojos!
¡Sabios como ninguno!
¡Amorosa ternura que espera!
Hortelana me siento de la estrofa,
agricultora de la prosa.

Labriegos de poesía surcan las tierras.
Lucido amor que siembra espigas.
Amable abandono,
para llegar a los brazos míos.



Cuadro pintado por J. Mena
Homenaje a todos aquellos campesinos de los que casi nadie se acuerda.
Campesino
Óleo sobre lienzo
55 x 46 cm.




CRISÁLIDAS

La mariposa como símbolo del alma, es una idealización de la cultura griega que la literatura española ha sabido explotar asociándolo a varias reflexiones filosóficas y estéticas. Así, el alma cautiva halla gozo al romper las ataduras que la condenan a la esclavitud y dolor. El paso del espíritu de un estado a otro, implica una metamorfosis, por lo que la ninfa que llegará a ser mariposa, representa con claridad esta transformación.
Esta idea de mutación viene a ser representada en el poema-relato mostrado. Un pensamiento que a través del cuento, no sólo habla de estos procesos de cambio, sino también combina una de las leyes naturales que lo rigen: La ley de los ciclos, íntimamente ligada con estos cursos evolutivos.  Siguiendo la línea de crecimiento del ser vivo, cada salto en este desarrollo, implica pasar por momentos de dureza y fortaleza para quedar en suspensión y producirse el cambio esperado. La frágil mariposa que surge con bello aleteo al mundo de las formas para, finalmente, dirigirse hacia su punto de encaje dentro de lo espiritual, de la inmortalidad.
Queridos lectores, comenzamos un nuevo año. Pensemos en el pasado como crisálidas metidos en nuestros capullos preparándonos para alzar el vuelo. A muchos habrá costado la labor diaria, sufrimiento y esfuerzo; a otros, no tanto. Pero aquí estamos, desplegando las alas con la esperanza que nos traen los principios. Seguiremos rotando, seguiremos cumpliendo nuestros ciclos… No tema nadie, somos dulces mariposas flotando con un bello destino.


CRISÁLIDA DE BRONCE
(Poema-relato/Cuento de Navidad)

Sobre puertas abismales,
tristes preguntas de infante,
¿Qué día del año se celebrará
la creación del Infierno?

- La miel no se hace con dulzura,
sino con trabajo
Y las almas más dulces
son las que bebieron aguas más amargas.

¿Por qué piensas en el infierno
mi pequeño sin zapatos? -
Así le decía, la vieja estatua de bronce,
que descansaba en el banco.

Pensaba el niño y no pensaba,
en que sólo existía el averno.
De su boca sólo sombras
en un hablar de santo en condena.

¿Qué sentirá al abrir los ojos
a una eternidad que le llama?
¡Pues qué mal había hecho
para que la muerte le rondara!

La humedad pesaba sobre sus jóvenes huesos.
La ciudad gris sin ladrillos dorados.
Y  el cielo le mostraba
un jardín de menguante Luna.

Y ¡tanta hambre pasaba!
¡Tanto frío en su pequeño cuerpo!
Que ni recordaba lo que era el fuego,
lo que era una madre que le besara.

Se acurrucaba abrazado a la estatua.
Y aunque fría y dura la encontraba,
le hablaba como a un padre.
¡Ah, qué pensamientos tan bellos le dejaba!

¡Qué  silencios tan  palpables
como el bronce que abrazaba!
El corazón entra y sale…
Hondo…muy hondo.

- Oh, pequeño jilguero,
que tan pronto cortaron tus alas.
Mira, que soy crisálida escondida
del alma de un poeta.

Oscura tiniebla de mi mismo.
Tránsito que debo pasar
para ser grácil mariposa.
Perdón ya pedí por mis deudas.

Es grande el cielo
y arriba siembran mundos.
Si derribas estos crueles muros,
te daré mis zapatos de bronce.

Exhausto, el niño escuchaba
esa profunda voz que le hablaba.
¡Qué escena tan diferente
a los momentos de sus infiernos!

- ¡Ay, roca que estás en el suelo!
Abre esta jaula de ciegos.
¡Volverme mariposa yo quiero
y subir con mis alas al cielo! -

- Pero ¿los poetas tienen alas?
Preguntó, el niño que escuchaba.
¡Yo quiero alas y ser mariposa!
¡Volar, volar muy alto…! -

 -¡Rosal de invierno! Ya me pareces.
Más bello que en verano
pues no era de flores la corona,
que adornaba la sien del que te hizo.

Rompe en pedazos la rígida piel,
y deja que te muestre
el alma de un  poeta
que en eterna crisálida vive. -

El niño, cogió la piedra grande
y con fuerza fue golpeando;
sonido hueco de campanas
salían de la figura.

Más la dureza del metal, le agotaba.
Sus manos sangraban.
Pequeñas y diminutas herramientas
bañadas por las aguas de sus ojos.

Quedó agotado,
dormido en los brazos de la talla.
Resonaban cohetes y bengalas.
El cielo de fiesta se vestía.

Nochebuena se festejaba;
villancicos en la calle
y comidas ante el fuego.
¡Oh, dulzores navideños!

Era medianoche,
del cielo bajó un mandato.
Cada palabra parecía un desatino.
Se devolvía el alma del bardo, por la del niño.

Al mundo pedía Dios un sacrificio.
El niño entraría en el hueco de la estatua.
Crisálida de luz encerrada
que un día se volvería mariposa.

Abrió los ojos el mozuelo,
y vio cómo la figura se resquebrajaba,
del interior salieron mariposas.
¡Mariposas de colores! ¡Mariposas que volaban!

¡Ah, qué bella es el alma del poeta!
Bate sus alas y todo parece moverse.
¡Qué hermoso y fulgurante
los ecos de su voz a los vientos!

La vio perderse entre onduladas corrientes.
Sabía que era música y danza,
que sus versos se alzarían
directos hacia el cielo.

Y cuando todo volvió a su estado,
el niño se introdujo en el espacio abierto.
Se cerró la brecha,  cerró los ojos.
Dormida crisálida de luz
con alas de mariposa.




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DE LOS MíSTICOS ACTUALES


Has perdido la emoción por lo mejor que hay en ti.  La has asfixiado y la matas allí donde la ves en los demás.
Einstein decía: “Lo más hermoso que podemos experimentar es lo misterioso. Es la fuente de todo arte y ciencia verdaderos.”

Hoy, mis queridos lectores, voy a tratar un tema que no está de moda: El misticismo.
Sin él, el hombre no puede lograr nada. Es esa noche oscura por la cual pasa el alma para llegar a la divina luz, como decía San Juan de la Cruz. Descaso del interior, como si el cuerpo fuese un carruaje en el que viaja. Alma que vive iluminada, siempre absorta en la dicha suprema.
R.D. Laing (1927-1989) nos comentaba en “La política de la experiencia. El ave del paraíso”, que los místicos y los esquizofrénicos se hallan inmersos en el mismo océano, pero los místicos nadan mientras que los esquizofrénicos se ahogan.  Pero, ¿qué es el misticismo? ¿Una disposición interna como medio para acercase a ese Ente Superior donde el hombre se aferra en sus creencias a causa de ese miedo a lo desconocido? Le hemos llamado Dios, queremos acercarnos a  ese Cielo, a ese Nirvana… palabras difíciles para decir que todo ello goza ya en nuestro interior. Florence Nightingale nos dice: “El Cielo no es un lugar ni un momento.” Entro en ese mundo de dualidades que la filosofía me arrastra en un intento de  observar ese arte de unión con la realidad, de intentar alcanzarla. No les voy a marear mucho más con mis pobres divagaciones, pero les diré porqué hoy he rozado este tema tan profundo.
Hace unos días, una persona muy especial, me hizo llegar una libreta llena de escritos para que le ayudara a mostrarlos al mundo. En una primera mirada, acostumbrada a la lectura de “nobles” letras, me sorprendió la forma propia de una persona con poca cultura. Poco a poco, fui dándome cuenta de que me hallaba con algo delicado, diferente. Algo, que muchos considerarían una basura, pero eran escritos que recordaban a la expresión de los típicos místicos del pasado. La autora, María José Afanador, fue capaz de hacer de espejo con sus letras a mi alma, y quienes sepan leer desde el interior, encontrarán mensajes que pueden sorprenderles. Letras sencillas que cantan una música con un ritmo distinto al que estamos acostumbrados. Según la autora, inspirados por seres celestiales, de luz, por el Arcángel Gabriel. Yo, no voy a cuestionar nada de ello, y sí respetarlo. Respeto que pido también a  todos aquellos que lean esto.  
Aquí les muestro uno de los mensajes que la autora me ha permitido transcribir.




María José Afanador es una mujer que no cesa de sorprender y te sumerge dentro de visiones y formas nuevas de percibir la existencia.
De una vida azarosa y llena de momentos muy difíciles y duros,  sorprende la alegría que emana de su interior. Esas chispas que brillan en sus ojos como queriendo salirse el alma del interior.
Si buscas paz, siéntate a su lado y escúchala.
Y ahí tenemos a nuestra autora, envuelta en un misticismo  en el que escucha las voces de su interior, de sus maestros y como bien dice de su Arcángel Gabriel que le da la luz y el amor Divino para transmitir unas sencillas letras cargadas de esperanza para la humanidad.
Hace de canal conductor para esa oscuridad en la que la mayoría de las personas vivimos.  Crea, a través de la iluminación de sus Guías Celestiales, nuevas oraciones, alabanzas gloriosas a Dios. Es una invitación a la oración  en un mundo que palidece, lleno de personas lentas y grises, cuyas mentes apagas y ciegas, se esconden entre la materialidad que les rodea.


La luz que envuelve a esta extraordinaria persona, es su escudo y arma para defenderse de una sociedad que no ve con buenos ojos la audacia de una mujer inteligente y lúcida, intentando transitar por sendas reservadas a los grandes Maestros y Místicos de la historia.  No necesita, pisar el suelo de sus guías… ellos hablan a través de su pluma,  en ese lenguaje sencillo de la hortelana.
Estimado lector, espero que pronto, alguna Editorial ayude a sacar ese libro que inspirado desde lo Elevado, llegará a tus manos. Ahí lo deja para que cada cual saque sus propias conclusiones.  No mires la forma de expresar y no olvides las circunstancias tan especiales de una sencilla mujer que no tuvo la oportunidad de tener grandes estudios, pero sí valores y dones, los cuales pueden ser negados y también ensalzados. “Desde la Gracia” es un libro que sin haber nacido todavía, está preparando por sí solo la entrada en los corazones.
María José sólo da lo poco que tiene desde la soledad en una pobre casa de apeos de  huerta, con las paredes cubiertas de cuadros pintados por ella y rodeada de animales. Sustento que la tierra le regala con ese saber trabajar y un cerebro sano.
Así Dios elige a sus almas  más queridas.
Su obra, es amplia e inagotable sin tener excesivas páginas.  Forma parte del Universo, del Infinito, de lo Intangible, del Gran Verbo. En ella, no puede evitar expresar el profundo amor que siente por su familia. Es sorprendente leer los mensajes a sus hijos.
Busquen lo profundo, la sencillez, el amor de Dios y no miren el léxico, las expresiones lingüísticas, los errores de escritura… observen la esencia.




Gracias. María José Afanador por entregar al mundo las siglas doradas que te dieron:
Esperanza y Amor para todos.





 EL QUINTO CANTO


Si me viste con el rostro inclinado,
no es que mis pies mirara.
Prestaba los oídos,
a murmullos de cantos.

Si viste una espalda apoyada,
era la debilidad que al tronco buscaba,
allá donde el espino pinchaba,
en el acantilado.

Viajaba como en un sueño,
más y más lejos…
por aquel espacio de azul cielo
en busca de espigas doradas.

Notaba que el cuerpo se volvía pesado,
el aire que respiraba denso,
y cada vez el sonido era más alto
con entonaciones sagradas.

Flor de loto acompasaba
flotando en brumosas aguas.
Perdí la rosa blanca del alma,
ahí sentada,
acunada por el viento.

Miré atrás de pena.
Tristeza no contaminada.
La luz me besaba
y las hojas del árbol
crepitaban con mi llanto.

Y entre pétalos y somnolencia,
escuché un bello canto.
Voz masculina, impaciente;
exultante y cortejante.
Caminaba entre las olas,
como pastor con sus ovejas.

Entonces, en un instante,
sentí perder el control.
Una segunda voz cantaba.
Femenina pureza
de maliciosa condición.

Eco de un Cantar de los Cantares.
Tiré de mi misma,
casi al borde de la inconsciencia.
Equilibrio que frenó la roca.
Puñal de plateado filo,
sujetaban los dedos.

Allí, amor, te vi caído.
Desmembrado tu cuerpo,
con el corazón herido.
Y un tercer canto,
sonó al momento.

Goce amoroso y místico.
Texto sacro de alegoría profunda.
Ven alma de flor dañada.
Lenguaje de un ser que te llama.
Carne de amor divino
que se entrega a tu tonada.

Gaviotas sorteando las nubes,
bajo todos los soles del mundo.
“Dios mío, exclamé hacia mí misma,
ten piedad de mi.”
Y caí de rodillas.
Plumas de oro cruzaban
una luminosidad purpurea
de colores de alboradas,
cuando sonó el cuarto canto.

Mi amado es blanco y cano,
quedó dormido en sus recuerdos.
De los oscuros ojos,
lágrimas  humilladas
por tantos remiendos.

Al pronto la voz que entonaba,
se hizo lluvia atravesada.
Sonidos del agua que gritaba:
¡Vive!
Después nada.

 Como centellas del universo,
la voz más alta y más bella.
Y en pico de plata cantan alabanzas
negro turpial,  ruiseñor,
y cuando no la paraulata.
Aves que cantan mejor que el árbol
donde me recuesto cansada.

Me conociste y no pudiste estar conmigo.
Mi paso y mi mirada,
jamás están perdidos.
Así como hoja tierna,
a tus aires me entrego,
si quieres tener mi mano,
yo te la doy,
espero.

Al instante, Ave Fénix resurgiendo 
de la opresión de su propio canto.
Árbol, acantilado, mar
y abovedado celeste,
mirando.

Y a pesar de tantas pruebas,
a ti poesía me agarro
cuando escucho el quinto canto.


Ana María Lorenzo

Poema llevado a vídeo en Youtube. Les dejo el enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=DltY5QUVkPw

Nota: Las fotos, salvo las personales, son bajas de imágenes Google de Internet.





UN SENTIR DE MI PROPIA VIDA

Aunque mis padres habían imaginado un brillante porvenir de esos de hace cincuenta  años, donde una señorita debía aprender las artes de la música  y un buen bordado en tela de batista. Resultó que se encontraron a una hija extraña, considerada  algo rara que, ya desde sus siete años,  escribía sus primeros cuentos y poesías. ¡Es mi Rosalía de Castro!,  decía mi abuela, una mujer vanguardista, fuera de la época y muy culta. ¡Qué más hubiera querido, que rozar sólo  una estrofa de  tan genial poeta!  La vida es muy curiosa y a veces te lleva por entre picachos y revueltas. Pero no voy a entrar en todas mis aventuras, podría escribir un libro, una serie, una telenovela… No me arrepiento de nada. Ni aunque la salud se quebrara con 43 años. Años de oscuridad y derrumbe. Donde la vida te enseña esa cara oculta de Luna vieja y tu mente se ralentiza, se vuelve torpe. Y quieres ser la misma persona de antes. Pero ya no lo eres. No puedes leer ni escribir, y ves como tu mundo se resquebraja y el túnel se hace más largo. Eres como una burbuja solitaria que va flotando, sin saber qué va a ser de su vida. Y no hay mano que guíe, ni amor que consuele. Sólo un mundo de sueños donde como en una partida de ajedrez, buscas a través de las neuronas más sanas,  intersticios y estrategias donde colar algo de razón. Y el miedo, es el gran Rey oponente.
Mas si peón me volvió la vida, la voluntad fue más fuerte y en este instante, reto a ese Rey opuesto lanzando  un jaque. Y para aquél que no lo entienda, fueron las letras mi consuelo, los poemas mi terapia los que, poco a poco,  se alzaron con todo el tablero.
Adoro la vida. Adoro los agujeros negros donde nos mete. Esas salidas descabelladas donde te lleva.  Nunca dejé que mi niña se perdiera en la maraña de la madurez. Yo, que voy a la caza de las oportunidades y aventuras, apuesto a ganar. Fuerza que da esa luz que fiel sigo. Hoja de la rama que silba a veces con sonidos ascendentes.

EN EL PASEO PARAISO  
A ORILLAS DEL RIO BRAZOMAR

¿Una hoja caída que regresa a la rama?
Me encanta el otoño.
Me gusta pasear con Lur
bajo una lluvia de hojas secas y doradas
como si  miles de rayos de luz
se reflejaran en ellas.

Me  agrada oír sus débiles crujidos
cuando mis pies las van separando
y oler la humedad cercana.

En ese fundir de sensaciones,
me hago hoja caída que regresa de nuevo a la rama.
Presto el oído al tronco que me acoge,
 y hallo algo más que en un libro.

Y desde lo alto, veo las piedras bajo el fondo del río.
Al igual que el árbol, la piedra y el agua,
 reclamo aquello,
lo que ningún maestro enseña y  sueño.

Sigo sola. El tiempo está detenido.
Nada parece querer moverse
y  la vida, estancada.
Vuelvo a ser la hoja que vuelve a la rama.

Quieta, sola, olvidada…
sin ruidos, alegrías ni lamentos.
Prisionera de la rama, ni el viento la libera
para que vuele gozosa a otras tierras.
Sólo el árbol desea que en su copa
 ¡aprenda!.

¡Dios! ¡vuelvo a ser la hoja que vuelve a la rama!






Nota: El anterior poema lo escribí el 14 de octubre del 2009. Inspirado en un paseo junto al río Brazomar que desemboca en el Cantábrico, en la ciudad de Castro Urdiales. Fue en su principio un pequeño escrito en prosa de un sentir del momento. Después de escribirlo, en un pequeño diario de cosas buenas (como así lo llamaba), me di cuenta de que podía transformarlo en poema. A partir de ese día, empecé el primer libro de una serie  titulada “Desde la Rama”. Descubrí que a través de esta lírica extraña, sin métrica ni forma, se podían decir muchas cosas, y podía compartirlas con otras personas. Así pues, en realidad, éste es el primer poema de todos ellos, en esta época de mi madurez. No cuento los pinitos que hacía en la infancia, adolescencia y juventud.






  
HABLANDO DE LA BELLEZA Y POESÍA DEL PASO
 “DE NIÑA A MUJER”

Saludos, queridos lectores.  Hoy me gustaría mostrarles un poema sobre ese tránsito tan especial y divino que es la famosa “Menarquía” en las mujeres.  Ese paso tan importante,  que nos une a todas las hembras con la madre naturaleza.
Cambios físicos y emocionales que conlleva este periodo en las niñas. Temor, dudas y preocupación inundan a las jóvenes y también a los padres.
Si volvemos nuestra mirada al pasado. Descubriremos cuántos ritos hay entorno a la figura femenina por la importancia de la fecundidad en nuestros cuerpos. Ya en los poemas épicos de la Ilíada y Odisea, Homero hablaba con gala de nuestra feminidad. En la antigua Grecia, nos sorprende cómo separaban de sus familias  a niñas entre cinco y diez años para  pasar una temporada en el santuario de Artemis y aprender los misterios de la diosa. Frente al altar presidido por una palmera, árbol bajo el cual nació la diosa, las niñas vestidas con túnicas color azafrán, bailaban imitando a los osos, hacían ofrendas y sacrificaban cabras, representando la muerte simbólica de la etapa infantil. Después, las jóvenes volvían a sus casas para elegir un esposo y ser madres bajo la protección de Artemis. En Esparta, también se celebraban estos mitos aunque incluían un adiestramiento físico encaminado a que engendraran niños fuertes para ser guerreros.  Los mitos para estos rituales se basaban en las guerras con Mesenia, instante en el que un grupo de soldados mesenios entraron en el templo de Artemis en el momento en el que se celebraba un ritual de iniciación, y se unieron a ellas. Precisamente en Esparta se encontró una inscripción muy significativa: Una niña consagra a Artemis su tympanon (pandereta), su pelota y sus ornamentos para el pelo. Ya no los necesitaría. Pero ahora, ya nos encontramos en otro presente. Sabido es que la pubertad y la adolescencia son etapas complicadas, no sólo para los jóvenes sino también para los padres, quienes ven y a veces sufren con los cambios que experimentan sus hijos o hijas. Es un período en que se transforman física y sicológicamente y en el que poco a poco asumen que ya dejaron de ser pequeños. En el caso de las niñas, la menarquía –primera menstruación- marca el inicio de una etapa hermosa, pero que implica una tremenda responsabilidad. Con la menarquía, las jóvenes se enfrentan a un mundo distinto, al que no están acostumbradas. Muchas sienten temor, incertidumbre, incluso hay algunas que quisieran retroceder el tiempo. “La verdad es que les cuesta asumir este cambio, porque saben lo que significa y tienen claro que se les avecina una serie de cuestionamientos y de obligaciones. A juicio de la doctora Castiglione, lo conveniente es que padres e hijas conversen antes de que aparezca la menarquía. Lo ideal es que hablen francamente sobre lo que implica la llegada de la primera regla en cuanto a la capacidad reproductiva. Eso sí, advierte que hay que darle espacio a las niñas para que exterioricen sus temores, dudas y preocupaciones. Hay que generar lazos de confianza antes, durante y después y no ahogar a las niñas con comentarios o preguntas.
Creo que no es necesario que continúe con el tema. Hoy día, de sobras es tratado, explicado por los profesionales dedicados a ello. Pero como mujer poeta, no he podido evitar ensalzar esa belleza, ese don que se nos ha dado y que por el sólo hecho de ser hembras, nos engrandece, une y nos dota de la capacidad de fecundar. No olvido por ello, la labor tan importante que hacen nuestros compañeros, los hombres, pues sin ellos, de nada nos servirían los órganos de los que fuimos dotadas para gozo de ser madres.

Deseo disfruten del poema que les he dejado.  La autora.

Bibliografía:
http://www.sanatorioaleman.cl/articulos.php?sec=Articulo&idn=101
http://www.historiaymitologia.com/2009/08/el-paso-de-nina-mujer-en-grecia.html


DE NIÑA A MUJER

Aquel pensar se me ha ido,
y el amor con esto sale.
Árboles y piedras pintadas.
Muchos cantares diciendo
que son energías alteradas
en los capullos de hembras.

Debilidad que a veces parece
y temores a razones.
Mujeres con corazones y órganos
semejantes a los tuyos.
Todas comparten con la naturaleza,
el mismo ciclo de sangre.
Se miran como en espejos,
lo peor y mejor vinculan.

¡Despierta mi bella durmiente!
Es hora de conectar con tu feminidad profunda.
Entrar en el círculo de la esencia de las mujeres.
Camino de reconciliación
con nuestra divina diosa.

Abanico de mensajes positivos.
Sagrada experiencia de entendimiento
de tus ancestras.
Nueva mirada de libertad.

Regalo y bendición de ese útero,
útero que no sabe de edad.
Regalo de la energía
que cura nuestra feminidad.

Pequeña doncella
que uniste ya tu destino
en restaurada pureza y armonía natural
al de las mujeres del planeta.
Abundancia de amor, creatividad y magia;
sabiduría y fortaleza.

Bienvenida seas a este círculo sagrado.
Suelta el pasado,
las limitaciones de la culpa y el dolor,
y libera tu espíritu más elevado.

Poder de las mujeres y su belleza.
Hermosa bendición y restauración,
luz para las almas femeninas
en un mundo duro y masculino.

Jardines se ven tras las ventanas.
Unos pedazos de tela entre piernas empapadas.
La roja y fresca linfa corre atrevida
en su inicial flujo.
Recuerda que no hay vecino nacimiento,
que no es hora de brindis.

Si el agua te es placentera,
cerca hay una fuente,
que para ser la primera,
sólo espera a que te laves.

Y aunque pases dolores,
nunca serán como los de amores.
Piensa que serás pintada
de un bermellón brillante,
con cada Luna que juegues.

¿Qué delicia hay mejor
que al salir a pasear,
escuchar a un ruiseñor;
olvidarte del temor;
correr, saltar,
beber de tu edad
y posada en una rama
imitar su grácil voz?

¡Ay, mi pequeña flor!
¡Qué tanto miedo pasó!
Licua pasión entre tus piernas
que ya se abren al amor



Autor cuadro: JULIO DANIEL FERNÁNDEZ GONZÁLEZ (PINTOR)
RETRATO – Técnica mixta

  
Nota: Por casualidad, encontré este cuadro en Internet cuando terminaba el poema que acaban de leer.  Puesta en contacto con el autor del mismo, lo cedió como complemento a esta  poesía. Con mi agradecimiento,  les presento a este joven artista.



   El pintor Julio Daniel Fernández, nació el 9 de noviembre de 1970 en la ciudad española de Sevilla. Estudió delineación en la Escuela de Artes y Oficios de dicha capital pero no terminó la carrera. A parte de algunas direcciones recibidas en talleres de pintura, Julio Daniel nació con un pincel en las manos. Su ídolo y espejo donde se mira es Diego de Velázquez. Se podría decir que es un autodidacta comenzando a pintar a la edad de 8 años. Su pasión se centra en el arte realista. Pinta lo que ve desde un punto de vista muy particular. Para quienes observamos su obra, es como si hubiera comenzado un camino a andar, en el que le faltara un pequeño punto,  esa expresión y contacto que un cuadro debe de proyectar al que lo mira. Una ligera falta de conexión con su propia obra.
Hay una cierta disociación entre la pasión que siente por la pintura y su empatía con ella cuando la realiza. Un dibujo, fino claro nos muestran a un joven pintor con un trabajo por elaborar, pero que estamos convencidos de que acabará logrando mientras persista en su bello afán de intentar captar la belleza a través de sus ojos y manos.  Las técnicas que utiliza en sus cuadros, son mixtas, sobre todo pastel y aerografía. No descarta para nada utilizar acrílicos.
El cuadro que aquí presentamos titulado Retrato (ubicado al final del poema), es uno de los más exquisitos de su colección donde se ve con claridad ese intento de evolucionar al unísono que sus figuras.



Autor cuadro: Julio Daniel Fernández
“La ventana” es técnica mixta, pastel seco y aerógrafo (50x40)





POEMAS PUBLICADOS


LA LOCA DE LOS PRADOS


(Homenaje a Rosalía de Castro )
Los días lentos se apilan.
El rocío en el alba
las aves, los lagos,
el risueño río 
hablan con susurros.

Voces que no se escuchan.
El sol tiende sus rayos 
con mecida lumbre
por montes y por valles
despertando.
Murmullos llegan cuando bajo:
—Ahí va la loca soñando
con campos de su olvidada memoria.
Pronto tendrá níveos los cabellos,
los dedos azulados 
por el frío de los prados.
Lamentos que arrastra 
por un amor perdido.
¡Oh, muerte, ven callada
cual arrastrada serpiente!
¡Qué vida tan cruel y dura!
Ceniza sea mi corazón paciente.
Pueril membrana de música rota.
Reducidas dimensiones 
de un querer mal nacido
cargado en alforjas de amargura.
Cuando por arrayanes y laureles
descendieron las sombras;
de verduras se vistieron las flores,
el suelo le prestó su alfombra.
Allí quedó dormida
y el ruido de una fuente,
los rumores escondía.
En un no rasgado sueño,
con cantar suave, 
el trovador versa
ese quiero vivir contigo;
gozar del bien que veo
ahí tendido entre rosales
y la fragancia de los claveles.
Mil olores al sentido,
y de árboles mansos ruidos.
Del monte a la ladera,
de la mano bajando.
Huerto de primavera
de bella flor cubierto.
Ya la esperanza
es como fruto abierto.
No os burléis de mis sueños,
no sé vivir sin ellos.


EN EL HUECO DEL ALMA

No son palabras
las que me llenan por dentro.
Son molinos
que agitan  sus aspas,
como el cabello al viento.

Y no dirijo.
No domino.
Hoy no hago pie.
Alzan nubes de insectos
en el hueco de mi pecho.

Triste muñeca de trapo,
con boca cosida y ojos abiertos.
Como títere de un destino,
se anuda en crespones
de llanto.

No son palabras
las que se balancean por dentro.
Fantasmas verdes en patines.
Florece en la boca del cañón,
el vacío de blanco.

Greda reseca.
Sepultada figura
en muselina de negro.
Impotencia callada,
corazón de hierro.

No son palabras
las que duermen por dentro.
Es la mudez del tiempo.
El sonido sin oído.
El amor sin calcetines








A MI GRAN AMIGO JUAN M. CORONEL

PRINCIPIO Y FIN

Camino de la quinta estrella.
No mires a los limitados. 
Prefieren el viernes a la infinitud. 
En el planeta de los sin cabeza,
el dedo duele.
Tú estás en el fin y el principio,
donde alguien limpia tu guerra
y ordena las cosas.
Al fin y al cabo,
los hay que se meten
entre el barro y las cenizas.
Causas y consecuencias.
El mundo es como es.
El cosmos es como es.
La vida es como es.
Alfa y omega
estiran del hilo
tumbados con una espiga
entre los dientes,
mirando las nubes.




DE LOS LÍMITES SOCIALES

El acercarnos a los límites sociales implica la presencia, más allá de lo establecido por la mayoría cultural, de unos transgresores. Si hubiese unidad completa de por sí, no existiría la conciencia de la misma. Si no hubiese un “nosotros”, no existiría un “vosotros” o, tal vez mejor, un “ellos”. Entramos en el territorio de los “otros”, de los situados al margen, de los privados de la fortuna del reconocimiento social.  De los miserables.
En el dualismo entre positivo y negativo, entre el bien y el mal que presiden la condición humana entendida desde el punto de vista religioso, siempre habrá quien quede relegado al mundo de lo sombrío, de la noche, del mal… Y todo ello no es sino manifestación de una cultura, de una manera de comprender el mundo circundante.
Antonio Torquemada escribió en el siglo XVI en su “Jardín de Flores curiosas”: “Muchas cosas han sucedido y suceden cada día en el mundo que sería temeridad pensar de llegar a lo hondo y último de lo secreto aunque podamos sacar por el rastro, parte de lo que hay en ellas;  y siempre habremos de pensar que nos queda alguna cosa encubierta”.
A los cuatro siglos, nos vuelve a recordar don Gregorio Marañón cuando escribe en su estudio sobre Don Juan: “El misterio tiene siempre un reducto final que resiste los ataques de la erudición
Hoy, le presento un poema que quizá nos ayude a reflexionar sobre este mundo en que vivimos.  Poema que muestra la miseria humana, de forma metafórica,  de un pasado, de un presente y que por desgracia, seguirá existiendo en el futuro (salvo que ocurra un milagro o el mundo explote).  La autora.

EL LIBRO AMBARINO

Aquel libro ambarino
de gastada pasta,
pesaba de veras.
Dormía empolvado en lo alto
de una librería tallada.

Guiada por una escalera,
debía cogerlo con cuidado
para que no cayera
sobre el tablero
y rompiera la calavera
que hacía de pisapapeles.

Debía ser cráneo de mono,
porque se le veía pequeño
pese a que siempre decía,
que procedía de un hombre.

Así pensaba el maestro,
como adorador de Shakespeare.
Era la luz de sus trabajos;
ese “ser o no ser”
que empujaba a sus neuronas.

Cierto, que el libro era antiguo.
Tenía un largo título
que provenía del hebreo.

Alguien había escrito algo
dentro de la cubierta.
Las siglas eran extrañas y delgadas,
rasgos que parecían de bichos muertos
y patas de arañas.

Impresionantes fotos aparecían,
tan reales que podía tocarlas,
igual que al mirar por estereoscopio
en 3-D.

Veía la cara de un hombre
con un agujero en ella.
Al margen ponía: lepra.
De él, sólo podían verse los ojos;
el resto, agujero y más agujero
en un sepia claro y rosado.

Abrí el libro por el centro,
casi se deshace una página
de la debilidad del tiempo.
Me encontré con una cipote
todo aplastado,
algo grisáceo y arrugado
y una gran llaga en la punta.
Se parecía a un gusano,
con la cabeza roja.

Pasé la hoja, con gran cuidado,
otro agujero se me abría.
La gran foto de un ojo de culo
con cosas semejantes
a flores que nacían.

Un ojo del culo:
Campos de flores.

Era todo suciedad.
Dejé caer el libro al suelo.
Quería hacer de él añicos.
Limpiar al mundo con mi pisada.

Lo aplasté con la bota.
Se fue deshaciendo poco a poco;
como si fuera ceniza de fuego,
abrió otro gran agujero,
esta vez en el suelo.

Y de allí empezaron a salir bichos
y más bichos…
Todo un mundo asqueroso
y de miserias.

Horrorizado,
corrí hacia la puerta.
Tras de mí,
grandes carcajadas…
La calavera se reía.


Nota: Son todas las miserias habidas y que seguirán produciendo la humanidad




Después de habernos metido dentro de la reflexión de las miserias que guardamos la humanidad como legado de lo que somos, (¿Y qué somos? Eso para otro día) en el poema que acaban de leer,  he sentido el deseo de colgar otros versos, pero ya no ubicados en el ámbito de la realidad, sino dentro de lo fantástico. Paradoja ésta, puesto que este tipo de relatos, en este caso poemas, ubican al lector en un mundo realista y perfectamente familiar
hasta que de pronto, aparece un elemento sobrenatural o extraño que trastoca todo nuestro universo, tanto físico como mental. Esta situación, produce una especie de morbo-terror en el lector que llega a seducir. La psicología, (Freud, Jung…) nos ayudaría a interpretar este fenómeno, pero como no estamos en clase y nos llevaría un libro escribirlo, aquí les dejo este segundo poema, que espero lo disfruten. La autora
.

EL BAÚL

(En cuartetos, métrica en 15, rima consonante)


Segura llevaba el paso en recuerdo polveado.
Campana del corazón con el repique pequeño
rebuscando a la niña en el tiempo del maltratado.
Se abren portalones hacia el viejo baúl sin dueño.

Enturbiados ojos llevan hacia el ramo sin vida,
colgantes flores secas, muertas de melancolía.
Atada a curiosidad inútil, me hice atrevida;
madera olor viejo,  rancio, carcoma que dolía.

Con lentitud avanzaba,  las manos congeladas,
ansiedad de tocar, oler ese mantón bordado.
¡Qué emotivo verlo cubrir el cofre regalado!
Heme aquí, pomo vaciado entre lápidas pesadas.

Fluyó el recuerdo claro por una aturdida mente.
Eran libros olvidados, escritos de mi abuela.
Viejos, rancios, polvorientos… Los abrí con cautela.
Hojas se destruyen solas, retazos de demente.

Tiré los libros, las flores y el manto se rasgaba…
Lloré, lloré abrazada a él con temor a las heridas
del desamparo de las últimas lágrimas idas.
Abrí la pesada tapa y el aire se escapaba.

Me vuelvo de espalda. No miro, miro, lloro, vuelvo…
Hay quienes dicen hallar la paz con lo ahí encontrado,
quien resuelve penas de infancia, tiempo lastimado.
Estrellas muertas en el fondo del baúl revuelto.

Dos urnas plateadas entre piedras y cañizas;
un diario bien escrito con una nota en gris verde
que decía: “Aquí tienes a tus padres en cenizas”.
Astillas del alma, recuerdo en caliente se muerde.

Crepúsculos, bultos pétreos toman formas humanas.
Momentos, momentos… frío baúl en alarido.
Jamás abriré el dolor viejo. Ya fue sufrido.
Tapa que cierro, candado aprieto, pelos con canas.

Y soy como péndulo sentada en el sucio suelo,
con el balanceo de aguas y arenas mutiladas
desbordada por mentiras de una anciana que duelo.
Sin Sol que me disuelva, canto, canto nanas, nanas…


En el bello y apolillado manto de mi madre,
cubierta mi sombra y yo entera, rompo los rastrojos,
libros y flores muertas, el silencio de los ojos.
Y sigue el balanceo, y sigue el canto de encuadre…

Nana, nana… na, na, na…… ¡Asesina!







POEMAS DE FINAL DE AÑO SOBRE LA CRISIS

Feliz año a todos los lectores. Aquí estoy  intentando ofrecerles nuevas perspectivas para este año a través de mis versos. No sé si lo consiga, pero aquí les dejo unos comentarios sobre ese dragón voraz que nos azota, al que llamamos Crisis. Aunque, aparentemente,  pasaran a ser quimeras de una cabeza, si se reflexionara con los ojos de la conciencia, bien pudiera entenderse lo que en ellos digo.
Pues al final, todo lo creado, sale de nuestra testa, incluso aquello que creemos descabellado. Es el pensamiento quien atrae a la materia. Si la humanidad entera desterrara ciertas ideas, nos concederíamos el enorme placer de darnos cuenta, de que todos juntos podríamos sanar al mundo. ¿Utopía? Al fin y al cabo, pese a lo que pese, opinen lo que opinen,  todos somos uno. Pero, ¿seremos capaces de ponernos de acuerdo? Uhh... c’est le grand problème. ¿Complicadillo, no?




REFLEXIÓN SOBRE LA CRISIS

Se abrió una profunda grieta,
en un suelo que ya había sido pisado.
Donde no existía planta alguna
y árido como desierto  había quedado.
Ruinas de un mundo  creado
con  gritos y alzamientos.
Exigencias y mentiras.
Y en lugar de seso,
entre todos  habían abierto
una tremenda brecha.

Si el gobierno y la inteligencia,
en el silencio de lo nonato
hubieran pensado,
los azotes de una crisis no existieran.
Así, como todo lo creado por la mente,
incluido un capital insolente,
 que aparece y al momento, desaparece.

Los males haceres por ambas partes,
dejaran de existir.
Tal cual  la hambruna, el desasosiego
que la mente del  común de los mortales
reclamamos con ignorancia
como necesidades de los egos.

Pensemos pues,
y no ya como utopía,
sino como algo que se puede crear:
si el mundo entero decide
con sabia inteligencia,
que  la enfermedad no existe,
ésta desaparece.

Tal es el poder de la Gran Neurona.
Siendo la solución tan fácil,
países se hubieran salvado.
Cerrando las mentes de aquello
que no deseamos.
Pues al ignorar la existencia de algo,
ese mismo concepto desaparece.

Más ya de rodillas ante la grieta,
lloran todavía con los ojos vendados.
Unos y otros, con sus obcecadas cabezas
metidos  en reclamos,
en poder, gloria y riqueza.

Que nada de todo ello existe
si se abre la luz de la conciencia
y se miran, con la fe más sagrada,
horizontes más amplios
que una vulgar crisis
nacida de la cabeza.




CRISIS 1929

Siento con este reto un inmenso atroz vacío.
Algo en la mente falla que no puedo alcanzar,
ensueños de escapes, aire en el ávido frío.
Todos los deseos hermosos. ¡Qué altos abrazar!

La historia sufre a la vez que evoca el estío.
Gran Depresión del veintinueve, ¡crueldad del azar!
Suicidios en un invierno mortal y sombrío.
La bolsa cae en rasante, ¡qué duro despertar!

La muerte cobraba restos de rotos sin suerte.
Sobre el volcán rojizo ascuas quedaban del mundo.
Los argos años de forja, lo hicieron más fuerte.

Hechos que ya son vino añejo, con cuerpo y sabor.
¡Olvidad las crisis!,  cosecha que en tonel hundo
al igual que estos versos complemento del error.


Nota: (Sólo el hombre tropieza una y otra vez en la misma piedra.
Al igual que en estos días, dedico estos versos al recuerdo de esa
Gran Depresión de la que tanto nuestros mayores se acuerdan y
nosotros la traemos del pasado como burros sin descanso.)



       ESTOS TIEMPOS  

Que nadie se olvide
de los cimientos mal puestos.
Que nadie se olvide
 del fresco cemento
que demonios van echando
por encima del planeta.

Que nadie se olvide
 de los aplastados con argamasa
por cíclopes que ven con un ojo.
Y que nadie olvide,
el sonido de los tambores,
 hombres de hierro que observan
en lo alto de las cúpulas.

Esta hierba es demasiado oscura
para provenir de los paladares.
Muchas lenguas expresivas
ante neuronas desgastadas.
¿Quién podría frenar los ultrajes
que en este momento se cometen?
Emblema de mi ánimo,
tejido de hierba verde, verde… fina,
con el que hago cubrir las cementadas
de verduras de esperanza.

Poetas muertos, filósofos, mártires
creadores de avances, luchadores,
labriegos, obreros y grandes gobernantes.
A todos levanto de sus tumbas
para que en ejército de cielo,
hagan callar los tambores.

Mirad los vastos espacios de los senderos.
Se llenan velozmente.
Incontables masas caen sobre ellos.
Mirad como se proyectan en el tiempo.
Con paso firme y regular marcha.
Nunca, nunca podrán detenerse.

Cánticos de praderas sin cementos.
Cánticos para países que se levantan.
Que nadie se olvide
de los cimientos mal puestos
y de los retoños que crecen
mirando las estrellas.

Autora de todos los poemas: Ana María Lorenzo / @Derechos reservados de autor. (Ley P.I – Real Decreto L. 1/1996, de 12 abril)
n º Asiento .Registral 00/2012/3768  Madrid (España)








PRESENTACIÓN DE LA ANTOLOGÍA POÉTICA 

“DESDE LA RAMA” EN VITORIA

 TOMO I 

DE

 ANA MARÍA LORENZO







Veintidós de febrero del 2013,  19:00 h., a la vez que en la ciudad de Vitoria (España) se hacía la presentación del libro “Bajo los algodones” de la poeta Ana María Lorenzo, curiosamente,  en Granada, amigos de la autora, sellaban tratos para realizar otra presentación en esa ciudad andaluza y,  a la vez,  Radio Canarias, en su programa Tusilalia,  presentaba una grabación de la misma,  entrevistada días antes por nuestro querido director de QMC, Luis García. Creo que Ana María no olvidará nunca ese día donde pareciera que el universo se hubiera confabulado para hablar y hablar de ella. Algo habrá hecho para que tantas voces se oyeran en tan distintos lugares.  Mujer discreta y que gusta pasar desapercibida, la vida le hizo un regalo mostrándola al mundo.
Era Vitoria donde físicamente estaba, en la conocida librería de la red ELKAR, local muy amplio, de estilo moderno y cálido a la vez,  donde disponen de espacio para realizar eventos de diversos tipos. Hay que decir y alabar el buen hacer del personal de dicho lugar y las facilidades que pusieron. Pues bien, en ese escenario tan bello,  un amplio grupo de personas la recibían.  No es muy común en las presentaciones de libros y más de poesía, se llegue a congregar tanta gente como la que acudió y obligó a mover estanterías de libros, poner más sillas y aún ver, cómo  escuchaba gente de pie. Fue una presentación valorada,  muy amena y agradable. De esas que dejan un saborcillo a miel y deseos de que no se acabe nunca. 

Fue arropada por el escritor y periodista, José Ángel Fernández García al que consideramos maestro de  ceremonia, por Txema  Blasco, actor de TV y cine, y por sus hijos, que fueron los que manejaron la parte técnica del programa  preparado.

Podríamos hablar de esta presentación, como si hubiera sido dividida en dos partes.  Una primera, cuando empezó con la visión del video-poema “Dulce Infinito”  escrito por Ana Mª, declamado por nuestra querida Maggie Fuentes y coordinado por Luis García. Dio lugar a una entrada  dulce, suave…, se observaba al personal atento y sorprendido. Gustó mucho, aunque hubo algún problema con el sonido.  A continuación José Ángel Fernández, hizo la presentación oficial de la autora.  Dio una visión de ella como una persona excepcional y de mucha capacidad de trabajo y voluntad.

A sus manos llegó un escrito de valoración, de un tercer miembro que debía de haber estado, pero que por motivos de salud no pudo acudir. Se trataba Paco García de la Torre, funcionario de la Diputación Provincial. Se leyó en voz alta. El público aplaudió. 

El micrófono pasó a manos de nuestra autora. Un poco nerviosa, supo salir airosa de lo que para ella era terrorífico. Para quienes la conocen y la vieron, pudieron encontrar una personalidad con encanto especial. En ningún momento dejó ser ella misma. Con naturalidad y sencillez, supo conectar con el público en su explicación de cómo veía la obra. Y nuevamente, nos sorprendió con sus palabras: “Aquí les presento  el peor libro del mundo, un libro cargado de errores, faltas… pero también de belleza. Es un libro humano, escrito por un ser humano… y los humanos somos seres imperfectos, ¿por qué quitar las equivocaciones marcadas? Es como quitar una parte mía. Eso hace bello al poema. Yo les muestro un libro humano, lleno de lo que es la Vida. Un libro Vivo”.



    
Y llegó el momento de las declamaciones que se esperaban. Coordinándose el actor Txema Blasco con Ana María, iban alternando poemas. Así Txema comenzó con el titulado: “Adiós, amigo mío” que aquí colocamos:

ADIÓS, AMIGO MÍO

Adiós, amigo mío.
Adiós, a quien no quiso la luz.
Soñador de las sombras
que como perennes hojas,
cuelgan a tu alrededor.

Adiós tronco anciano,
que pudiste mostrar tus mejores flores.
Brillar como nunca lo hicieras
en esta gentil primavera.

Mas preferiste la botella.
Flagelarte con tus negruras.
Limpieza interior que no quisiste.
Imaginaciones falsas
que buscaste en la cabeza.
Excusas, excusas…

Adiós, a quien pudo ser un gran amigo.
Adiós, a quien no fue capaz
de luchar por su propia vida.
Y quieto ante su mar costeño,
ni las aguas le traen consuelo.
No lo quiere.
Su manto es la soledad que le cubre.

Ahí la tienes.
Toda tuya.
Arrastrándose ante ti.
Cilicio que es de tu gusto.
Respeto que te doy
y por ello me alejo.

Sólo las dunas te miran
en eterno silencio.
No te quejes.
Es lo que quieres,
soledad, con tu botella.


A continuación, Ana María Lorenzo, declamó el titulado: “Aires”:


AIRES…

Aires parecen querer moverse,
pero de momento, aires.
Aquí entre flores marchitas,
empujada por el soplo
de dioses alados,
aire… y más aire…

Pasaréis sobre mí
en un vuelo soberbio.
Halcón en el cielo,
soy presa fácil
que el viento dirige.
Aire…siempre aire…

Destrozaréis los restos que quedan
ante la mirada atónita
de las nubes viajeras.
Buitres carroñeros,
carnaza que buscáis en mis entrañas,
más sólo encontraréis
aire… sólo aire…

Puede que algún día,
los aires traigan movimiento
y del cielo caiga  lluvia ácida
que a todos os barra.

Entonces, veréis ojos cuadrados
que os miran  sin asombro
y vosotros,
aire…

Y así, leyeron otros dos más, para llegar a uno de los momentos más bellos de la tarde. La cantautora Txaro Berzosa ponía broche de oro,  a esa primera parte,  cuando con su guitarra comenzó a cantar un poema de Ana María, “Nana de Fe”, al que había compuesto la música. Fue un momento mágico. Su voz bien timbrada y dulce, cautivó a todos los presentes. Letra, música y canto, formaron un trío compacto que conmovió a todos los que escuchaban. Los aplausos resonaban en todo el local y la gente de fuera se acercaba curiosa ante lo que se oía.


      La cantautora Txaro Berdoza interpreta un poema de Ana M. al que puso música
La autora emocionada. Impresionante voz la de Txaro B. Conmovió al público.


Con el repique de tambores y trompetas, se entró en la segunda parte del evento. La sinfonía a la Batalla de Vitoria de Beethoven, daba entrada gigantesca a la actuación de Txema Blasco con la declamación del poema del mismo nombre, escrito por la autora y en conmemoración a los 200 años de dicha lucha que se desarrolló en la parte occidental de la llanada alavesa y burgalesa, desde La Puebla de Arganzón hasta Durana, para la expulsión de los franceses en la guerra de la Independencia.


Ana María con su hija Elena que en todo momento hizo de soporte técnico.

El público se vio impactado ante los instrumentos principales que sonaban como cañones, así como el paso de los soldados. Txema, más que una declamación, convirtió el poema en un acto épico donde hacía vivir con su actuación, los momentos más duros de la Batalla. Fuertes aplausos coronaron la cima de cinco hojas escritas, con un “¡¡Victoria, Valiente Vitoria!!”. 


El actor Txema Blasco

Y se llegó al final de la Presentación con el  vídeo-poema, Trece Rosas Rojas, que cerró el acto. Aplausos y felicitaciones  por el trabajo que había desarrollado el equipo, y más aplausos y felicitaciones a la autora del libro Bajos los Algodones, Tomo I, de su antología poética. Prensa y fotos, fue un hecho continuo. 

José Ángel Fernández y Ana María Lorenzo agradecieron la asistencia a todos.

¿El final? : Firma de libros y libros.
y el gozo de buen trabajo hecho.


Nuestra poeta cansadilla. Como dice: “Soy humana”.

LE DESEAMOS MUCHOS ÉXITOS



POEMA HOMENAJE A LAS 
TRECE ROSAS ROJAS

No estaban en el rocío
ni en la belleza de los jardines.
Gotitas como diamantes
mojaban el papel seco.

Pedazo de pensamiento
clavado en la puerta.
Espantoso verso impreso,
estrella fugaz de desconsuelo.
          
-Todo está en marcha.
El tiempo les dará nombre.
Rosas de madrugada,
unidas en lazos malvas-

Vigilia del poeta
siempre enroscado,
como serpiente dormida
en el fondo de la mente.

Arrugado entre las manos,
tambores de la última frase.
Y pegadas más arriba,
otra, otra y otra…

¿A dónde las llevaron?
¿Qué perdieron aquella mañana de agosto?
Cayeron fulminadas las rosas rojas.
Mitos que surgieron de sus voces.

¿Entendería la historia aquella paradoja?
Las buscó por todas partes
y en el camión iban escoltadas.
Si ella viera… si ella lo viera…

Venían ganas de llorar, de vomitar.
Poema épico que se estaba escribiendo
ante el muro Este del cementerio.
Holocausto que se producía en un momento.

¿Qué perdieron aquella mañana?
¿Por qué con tanta dignidad
se abrazaron al abismo?
…Y cantaban a su memoria.

Espíritu del tiempo
que abre las puertas al recuerdo,
flores frescas de primavera,
balas y metralla en sus cuerpos.

No fueron cosas que la divinidad quisiera.
Inmortales ojos de sufrimientos,
vistos en su triste realidad.
¿Cuál fue su recompensa?

¡Ah, que orgullo y agonía siento
al pensar en mis rosas frescas!
Quebrados tallos, capullos rotos
para dejar su voz sin eco.

Gritan la alegría de existir
desde sus cuerpos torturados.
Dormidas en sus sueños quietas.
¿Qué somos?

¡Oh, libertad!
Y retumbó el paredón.
Trece conciencias que se apagaron,
para nacer un nombre.

Trece rosas que gritaron por el pueblo.
-¡Padre, muero por un ideal!-
Buenos o malos…
Crítica descuartizada.

Rojas, rojas…
eran trece sencillas rosas rojas.




 Monumento a las Trece rosas rojas en el cementerio de la Almudena de Madrid.

Subido a vídeo en Youtube. Enlace:




PRESENTACIÓN DEL POEMA DEDICADO
 A LA BATALLA DE VITORIA 




RECITAL DEL POEMA EN CONMEMORACIÓN A LA BATALLA DE VITORIA
 POR EL ACTOR TXEMA BLASCO





LA BATALLA DE VITORIA

“Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte,
contemplando cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte tan callando…”

Con las coplas a la muerte de su padre,
del gran poeta Jorge Manrique,
así quiero despertar la memoria
de todos los alaveses y de España.

Que fue Vitoria luchadora y liberadora
de un país cercado por extranjeros,
gabachos venidos de Francia.
Desmedida ambición de su emperador.
  
Ahí veo los campos de labranza de sus lindes,
plagados de la miseria y muerte que trae la guerra.
Y después de fracasos innumerables,
el amanecer comienza en la Puebla de Arganzón.

Y era un 21 de junio de 1813,
cuando un conglomerado de tropas,
españolas, británicas y portuguesas,
cruzaban el puente de la Puebla.

El duque de Wellingtón las mandaba.
José Bonaparte en huida y retirada.
A las ocho de la mañana Vitoria estaba invadida;
a las ocho de la tarde, liberada.

Y sonaba el duro paso de los soldados,
con sus bagajes y armamentos.
¡Qué duro pasar por aquel medieval puente,
tanta bayoneta para tanta sangre!

¡Ay, mi querida Puebla,
inicio de los más duros combates!
Fuerza en el corazón de sus guerrilleros,
como su herrero vizcaíno, Longa.

En la Ermita de la Antigua,
Hospital de peregrinos,
soldados franceses
trazaban grafitis en sus paredes.

 Punta que se clavaba en la dura piedra.
Recuerdo que dejaban de su derrota,
en la batalla de los Arapiles,
incapaces de detener a los aliados.

Caminaban hacia Madrid,
donde les esperaba  otra derrota
y evacuados en julio de 1812,
echaron su mirada al Norte.

Por caminos burgaleses,
los tambores resuenan,
ecos en los inmensos cielos.
Organización de los batallones.

El rey José dirigió su ejército
hacia el monte de Júndiz,
en medio de la Llanada.
La subida asequible. El sol ardiente.

El primer asalto, Subijana,
le siguen Margarita, Lermanda
y algunos puentes sobre el Zadorra.
Es momento de dolor y fuerza.

La batería imperial se reorganiza
en Zuazo, Gamarra Mayor y Durana.
Puntos clave de la derrota Francesa.
¡Qué duro el combate!
  
¿Cuántas voces hablarían
desde el silencio de los fallecidos?
¿Por qué el tiempo pasa tan lento?
¿Qué nos diría Longa que llegó a General?

Tremenda batalla que tuvo lugar
en los aledaños de la capital alavesa,
cuyos primeros combates,
tuvieron su inicio en la mencionada Puebla.

Y no olvidar la agudeza y habilidad del General Álava,
por la que Vitoria se vio liberada del saqueo y la rapiña.
Y el colofón de la victoria,
en el alto de Santa Lucía.

Zona de Salburua donde Fortuna quiso,
se atascaran 3000 carruajes
con dinero y obras de arte robadas.
¿Quién se quedó con tanta riqueza?

La historia nos habla de versiones,
todas ellas un tanto difusas,
lo importante queda en los  hechos.
Justicia es de recordar
a tantos muertos burgaleses, alaveses
 vitorianos y extranjeros que cayeron en la batalla
y casi olvidados en el tiempo.

¡Aviven el seso y despierten su gloria!
Que fue Vitoria, puntilla brava,
 que marcó la retirada
de las tropas francesas de España
y forzó a Napoleón a devolver la corona,
finalizando la guerra de la Independencia.

Batalla que cambió el destino de Europa.
Batalla que se escribe con tres “uves”.
Memoria que el país no debe perder.
¡Victoria, Valiente Vitoria!




Autor del poema: Ana María Lorenzo (@Derechos reservados)
Bibliografía: Wikypedia, Video y documentos de Francisco Góngora (periodista),
Artículos revista Corazón. Asociación Histórica Vitoria 2013. Artículo: Los guardianes de la Memoria. Texto. Estíbaliz Pérez.  La autora no se hace titular de los hechos históricos aquí narrados. Sólo de su versificación. No existe ánimo de plagio.
Recitado por el actor Txema Blasco en Vitoria  y publicado por la revista ASKEGI de Nanclares de Oka (Álava)




PRESENTACIÓN DE LA ANTOLOGÍA POÉTICA 

“DESDE LA RAMA” EN GRANADA
,
 TOMO I  Y TOMO II 

DE

 ANA MARÍA LORENZO






 La noche estaba fría y no paraba de llover. Me encontraba  a las 22:00h.  en el termibús de Bilbao, acababa de llegar de Cantabria y no saldría el autobús hacia Granada, hasta la 1:00h de la madrugada del día 3 de abril. El tiempo destemplado, no acompañaba. La cafetería cerrada. No quedaba más remedio que pensar en las musarañas. Ver pasar a otros viajeros, cuidar del maletón que llevaba cargado de libros.

Por fin, me vi metida en el vehículo. ¡Adiós, Vizcaya…!  ¡El sur me espera! Iba a cruzar España rumbo a esa joya llamada Granada. La que fue capital de Al Andalus, (la Andalucía mora). ¡Quién no ha oído hablar de su famosa Alhambra! Se hacía realidad un deseo viejo, y más emoción sentía al saber que en tan hermoso lugar, iba a presentar parte de mi Antología.


Ya me veía caminando por jardines de ensueño, callejuelas repletas de flores. Respirar siglos de historia y yo formar parte de ella con mis letras. Pobres humildes siglas que iban a pisar los senderos y vistas que un día inspiraron a grandes poetas como Lorca.


Ya el autobús cabalgaba por caminos que se me antojaban de plata. La noche oscura me impedía divisar las grandes extensiones de Burgos, la Mancha…  Y entre un duermevela,  se presentaba el Sacromonte y las cuevas de los gitanos donde el flamenco sonaba con palmadas del tiempo.


Las horas pasaron como si cantaran salmos. Doce horas de trayecto; inmensos campos de olivos, que asombraban mi mirada. Y por fin, Granada.
No había dormido en toda la noche, todo era un revuelo de pensamientos. La ciudad, mis poemas… ¿Habría gente? ¿Alguien me conocería? La suerte estaba echada, (alea iacta est). Mientras el autobús se acomodaba en la dársena correspondiente, vi a mis anfitriones  esperando. ¡Qué alegría encontrarme amparada por ellos!  Se trataban de los muy reconocidos poetas


Juan Manuel Mochón y su esposa la poetisa Eva María Villalvilla Orzáez. Ambos ejercerían la labor de presentarme ante el auditorio en el local que nos había proporcionado la muy famosa Librería Picasso. Casi a la vez de mi llegada, otro poeta llegaba desde Huelva, Juan M. Coronel. No sólo un maravilloso escritor, sino una de las mejores personas 
que más me ayudó a la preparación del evento con un precioso power-point.


EL día tres lo dedicamos a ubicarnos en el Hotel y recorrer algunas de sus calles moras, tan estrechas que podía alcanzar las paredes de las casas con las manos. Cantidad de puestos de venta morunos y salas de Té. La catedral me dejó impresionada, pero ver las paredes de la Alhambra fue fantástico. Pena, que también allí el tiempo no acompañara y no pudimos ver todo lo que  se deseaba. La mirada hacia el pasado, arrastre de esta poeta.


Y ya estamos en el momento esperado: 4 de abril. Luna menguante.
A las 19:30 de la tarde, comenzaba la presentación. El día seguía lluvioso como en el resto de España.  Después de preparar el montaje del proyector y  micrófono. Esperamos a que la gente viniera. No fueron muy puntuales, que digamos, pero poco a poco las sillas se ocuparon, algunas vacías y yo me reía  pues pensaba que allí estaban sentados mis fantasmas.
Hay que dar seriedad al asunto, así que nos aposentamos tras la mesa preparada al efecto.

Y aquí estoy con mis libros, dos tomos de poemas y cosas que digo. Eva fue encantadora en su presentación, y ¡qué decir de Juan Mochón, que hasta me había escrito un poema bellísimo de tres páginas! Todo transcurrió como estaba previsto: Declamaciones, vídeos, para al final terminar con el magnífico power de Juan Coronel.

¿Pero saben, los que me están leyendo, qué es lo que más me emocionó de este viaje? Ver piedras y sentirte un poco mora, es un regalo; pero nada le supera,  la calidez, el cariño de las personas allí presentes; escuchando, deseando que no se terminara nunca ese momento donde los poemas fluían como por encanto. Y luego acercarse a mí con la generosidad de los buenos amigos conocidos de siempre, y hacer que les firmara el libro escogido.

Foto con el escritor David López Rodríguez  y la poeta Gracia Romero.

Acabamos más tarde de lo previsto. La tienda había cerrado. El corazón henchido por las emociones. Fotos y esas cosas que se hacen en estas ocasiones. Pero no me importan demasiado. Mi placer, mi alegría rebosa cuando veo que un verso, un poema gusta, acompaña, ayuda a quien lo lee. Lo demás son nimiedades.
Gracias a todos los que me acompañaron, gracias a mis anfitriones. Nuevos amigos que hago en un mágico lugar llamado Granada.




JAZMINES DE GRANADA

¿Quién puso esos trenzados de hiedra,
de jazmines  enramados
por toda la cuesta arriba?
Vapores quedan atrás.
Van naciendo las blancas flores,
en casitas apelmazadas
cuales níveos ríos de calma.

Es la arteria que me nutre
cada vez  que mi ser se escapa.
Trocito de esa Granada
con oblicuos hielos en las alturas.

Crepúsculo  purpureo
como marfil de rosa;
suave seno de la Tierra
donde suenan lejanos cantos
y los versos de poetas.

Portal de entrada a otro mundo:
La Alhambra, el Jardín del Generalife
y el Albaicín con Sierra Nevada al fondo.
¡Tanto que alabar de ella!
…Y afónica la voz,
se pierde en quimeras.

Perfume de olores florales.
Geranios y pendientes de la reina;
palmeras, rosales y macizos de hierbas,
en rincones que dan sombra.

Discretos jazmines besan el alma
y corren distancias al norte de España.
Espumas de magias que anhelo,
con el corazón acariciar y los dedos.

Plano de luz entre dos cielos;
el tiempo regala su belleza.
Trazo claro para cada viviente;
pensamiento esculpido en cada paso.

Ya duermo en su anochecer,
bajo la cerúlea luz de las farolas,
el olor a cal de las paredes
y el aroma de los jazmines
cuan divino Poder que arrulla.

Espíritu estelar que integro
en cada sueño que tengo,
a esa Granada de siempre.
Lámpara de fuego,
lienzo de artista
que rubrico con mi firma,
y con los ojos ciegos.




El Libro titulado “El Baile de la roca”, está dedicado a los grupos de danza de
Discapacitados de Tudela y la Ribera  (Navarra-España) y de todo el mundo.

Nota: Al haber cambiado de Editorial, esta colección de libros será editada por otra Editorial. 





























       

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